¿Cómo estamos de conocimientos financieros? Por ser políticamente correctos, podemos decir que hay mucho camino por recorrer. El caso es que cada primer lunes del mes de octubre se celebra el Día de la Educación Financiera, una jornada en la que se intenta concienciar acerca de la importancia de tener, bien consolidados, conocimientos sobre la materia.
Es una conmemoración tan joven —se instauró en el año 2015— como necesaria. Y es que la cultura financiera es escasa en general, en España y en Europa. De hecho, se suele hablar de ‘asignatura pendiente’.
La educación financiera en España y en otros países
Para muestra, un botón. De momento, nos quedamos en nuestro país y nos remitimos a la última Encuesta de Competencias Financieras, relativa a 2021 y publicada a finales de 2023. Apenas un 19 % de los participantes dio una respuesta correcta a las tres preguntas planteadas; el resto (casi 8 de cada 10) fallaron en alguna.
Aparentemente no eran cuestiones con una complicación extrema. Iban sobre cómo impacta la inflación en los ahorros, las ganancias que se obtienen con un tipo de interés compuesto y los beneficios de las inversiones diversificadas en Bolsa.
Ahora vamos más allá de los Pirineos y saltamos fronteras al resto del mundo. La última Encuesta Internacional de Alfabetización Financiera de Adultos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) midió que solo un 34 % de los europeos dispone de conocimientos financieros suficientes para administrar sus finanzas personales con garantías.
Como media que es, hay diferentes notas y encontramos, a la cabeza, los países más ilustrados en la materia: Alemania, Hungría, Chile, Irlanda y Luxemburgo. A la cola, a mucha distancia de este top 5 y, solo tras España, se encuentran Portugal, Letonia, Italia, Lituania y Rumanía.
La necesidad de la educación financiera
La necesidad de conocimientos financieros es fundamental. Y en un mundo cada vez más digitalizado, interconectado y cambiante como el actual, aún más.
Ya sea por temas relacionados con la evolución de la inflación y los tipos de interés, por la penetración de las criptomonedas, por la irrupción de la inteligencia artificial o por el incremento del fraude. O, sencillamente, para gestionar el día a día, nuestra vida cotidiana.
Para saber cómo impactan a nuestras economías el paro, el crecimiento económico, los tipos de interés, el euríbor… Todo ello sin olvidar otros aspectos más mundanos, pero no menos importantes: realizar un presupuesto, gestionar las finanzas de un hogar o saber administrar nuestros ahorros.
Al respecto, y coincidiendo con los actos conmemorativos del Día de la Educación financiera 2024, la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha insistido en la necesidad de que la educación financiera forme parte de las enseñanzas obligatorias de los jóvenes.
“Las competencias financieras, y en sentido más amplio, la educación financiera de la población resulta fundamental para incrementar la calidad de vida de los ciudadanos y el potencial de crecimiento del conjunto de la economía. Mejora al ciudadano y a la sociedad”, ha asegurado.
Pero hasta que la educación financiera entre en las aulas, tenemos que buscar otras vías. En general, los programas lanzados por la patronal bancaria CECA, sus entidades asociadas y Funcas, orientados a impulsar y fortalecer la educación financiera y digital, que invirtieron solo en 2023 2,58 millones de euros en la labor. Por ejemplo, la Asociación Española de Banca (AEB), la Fundación AEB y la Fundación Junior Achievement siguen impulsando ‘Tus finanzas, tu futuro’, un programa sobre finanzas para jóvenes de 13 a 15 años que cuenta con formadores de Banco Mediolanum.
En particular hay iniciativas corporativas profesionales. En el caso de Banco Mediolanum, el blog Cuáles Son Tus Metas, un espacio desde el que queremos ayudarte a ampliar tus conocimientos sobre conceptos económicos y financieros. Pero no es el único, hay más.
Más allá de los libros: ampliar conocimientos sobre la educación financiera básica
Contar con conocimientos y una sólida educación financiera no es sinónimo de saber obtener el mejor rendimiento, de tener una buena planificación financiera. Porque pueden entrar en juego nuestras emociones: desde la vehemencia hasta la excesiva prudencia, y jugarnos una mala pasada.
De ahí la importancia de dejarnos aconsejar por asesores financieros expertos como nuestros Family Bankers, que, además de pensar en nuestro bienestar económico y guiarnos en la toma de decisiones, nos responderán a cualquier duda que nos pueda surgir al respecto. Porque el primer paso hacia unos sólidos conocimientos financieros se da en casa.