¿No sientes, cada vez más, que tu dinero vale cada vez menos? ¿Por qué con veinte euros no llegas hoy a comprar tanto como antes con mil pesetas? ¿A qué se debe este hecho palpable? A la inflación, esa ladrona de ahorros que no actúa sola: se ayuda del tiempo. Pero… ¿en qué consiste? ¡Toma nota y haz algo para que tus ahorros no sufran tanto!

La inflación, un factor clave en finanzas

Tanto si eres millennial como si eres algo mayor seguramente más de una vez has sentido nostalgia por la peseta. Si echamos la vista atrás, con aquella moneda tan nuestra éramos capaces de estirar nuestro presupuesto porque nos cundía más que con el euro. Pero por la inflación y el redondeo al alza que supuso la llegada de la nueva moneda europea, los precios fueron incrementándose. El valor de nuestro capital, por el contrario, ha ido disminuyendo con el paso del tiempo, hasta llegar a la actualidad.

Pero ¿qué es la inflación? No es otra cosa que la disminución del valor del dinero respecto a al total de bienes o servicios que se pueden comprar con la misma cantidad a lo largo del tiempo. Como te hemos adelantado, el valor del dinero tiende a menguar y el de los productos a subir, ya que los precios van sufriendo un incremento paulatino a lo largo del año, el cual se refleja en el IPC (Índice de Precios de Consumo).

El precio de las cosas tiende a subir

El nuevo milenio no solo nos ha traído un salto tecnológico sin precedentes, sino que también nos ha regalado una inflación que ha ido mermando, silenciosamente, nuestros ahorros. Nos guste o no, ¡la inflación es un factor a largo plazo que influye en nuestras finanzas personales y que nunca se detiene!

Para poder entender de forma más concreta qué es y cómo nos afecta eso de la inflación, vamos a poner ejemplos cercanos y reconocibles con productos básicos. Así, comprobarás por ti mismo que los mismos productos de siempre van haciéndose más caros…

  • En verano de 1989, el precio medio de un helado era de 60 pesetas (0,36 €) y en el de 2018 ha sido de 1,50 € (249 pesetas).
  • En 1981, el litro de gasolina llegó a costar unas 80 pesetas (0,5 €) el litro. En octubre de este año, el litro de este combustible está a 1,30 € (216 pesetas).
  • En 1999, un café costaba en torno a las 80 pesetas (0,40 €) y hoy ronda un precio cercano a 1,20 € (199 pesetas).
  • En 2002, una entrada de cine costaba unas 700 pesetas (4,02 €) y hoy cuesta 9 € (1.497 de las antiguas pesetas).
  • En 2018, el salario anual medio bruto en España es de 22.000 € (3.327.720 pesetas). En 1984 era de 1.400.000 pesetas (8.414 €). Y si hablamos de cantidades mensuales brutas, hoy el sueldo medio es de 1.000 € (166.380 pesetas), mientras que en1984 era de 100.000 pesetas (601 €).

Como has visto, ¡el nivel de vida de antaño nos cundía mucho más que el de ahora!

Fuente: Instituto Nacional Estadística

¿Cómo combatir los efectos de la inflación?

El único efecto que tendrá atesorar dinero en efectivo es que lo ahorrado pierda valor ya que tenerlo acumulado bajo el colchón o metido en una hucha no generará ningún interés. ¿no deberías cambiar de estrategia y perderle el miedo a la inversión?

¿Y por qué invertir nos permitirá no notar los efectos de la inflación? Pues porque invertir a largo plazo nos ofrece herramientas para alcanzar rentabilidades por encima del nivel de inflación.

Seguro que ahora mismo te estarás preguntando algo así: “¿Cómo voy invertir si nunca me lo había planteado?”. La respuesta es sencilla: ¡no te lances solo a la piscina! Lo mejor es tomar la decisión dejándote asesorar antes por un profesional de las finanzas personales que pueda conocer tus necesidades y objetivos financieros.

¿A qué esperas? Diseña junto con tu asesor un plan personalizado para cumplir tus metas y… ¡dile adiós a los efectos de la inflación!

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