Asesor y consejero financiero una profesión de futuro

Vivimos tiempos complejos ―es un eufemismo― por el impacto económico de la crisis del coronavirus. Lo que sucede es que ni todos los sectores se están viendo afectados del mismo modo, ni todos los perfiles. Por ejemplo, la incertidumbre y el desplome de los mercados han multiplicado el trabajo de los asesores financieros. Los ahorradores necesitan acompañamiento de un profesional y eso no va a cambiar.

Cuando experimentamos cambios cruciales, todos sentimos inseguridad. Los zapatos del nuevo escenario nos aprietan un poco y no sabemos cómo dar los siguientes pasos. A veces, el motivo es una buena noticia (el primer niño) y otras no tan buena (mi segunda crisis apocalíptica).

Aproximadamente, seis de cada diez clientes de banca privada recurren a un asesor financiero cuando inician un negocio, compran una casa, reciben una herencia o tienen un hijo. Eso es lo que acredita un sondeo de la consultora de EY.

Este 2020 tendrá un fuerte impacto económico para la inmensa mayoría de la población española. A corto y medio plazo, nada será igual y todos daremos máxima prioridad a nuestros objetivos financieros. Buscaremos consejo. ¿Quién nos lo ofrecerá?

“En España, el número de asesores financieros certificados (EFPA) se catapultaron un 85% en 2017 y un 20% en 2018”

Consejo experto y personalizado

El Departamento de Trabajo de Estados Unidos estima que el empleo de los asesores financieros aumentará un sólido 7% entre 2018 y 2028. Esa cifra es superior a la media de crecimiento de otros sectores y supone la creación de más de 19.000 vacantes. En España, el número de asesores financieros que se certificaron por la European Financial Planning Association (EFPA) se catapultaron un 85% en 2017 y un 20% en 2018. La tendencia no deja lugar a muchas dudas. Aquí hay futuro.

Y lo hay porque los clientes dan cada vez más valor, cada vez más, el servicio. Cuanto más sabemos, más valoramos el consejo financiero experto y la oferta personalizada. En tiempos de paz, esto nos pasa con los coches, los relojes, los bolsos y también, cómo no, con los productos de inversión.

En tiempos inciertos, como los de ahora, aprendemos sobre las finanzas y se dispara nuestra necesidad de encontrar el mejor asesoramiento financiero posible. ¿Te sorprenderías mucho si te dijera que, según la consultora Sigma, más del 90% de los asesores certificados en España por la EFPA estaba en activo en 2012? Aquel año, recuérdalo, la tasa de paro casi llegó al 25% en nuestro país.

“El 85% de los clientes asegura que está satisfecho o muy satisfecho con su asesor financiero, según un estudio reciente”

La satisfacción de los que ya tienen asesor

Ahora, tanto en el enfriamiento de la economía como cuando afloren los brotes verdes, ¿a quién no le gustaría que le llamase un experto de confianza para ayudarle a hacer números, proteger sus ahorros y trazar una estrategia para saber cómo invertir?

Según la consultora Qualtrics, el 85% de los clientes asegura que está satisfecho o muy satisfecho con su asesor financiero. Esa valoración, esa confianza, será, como mínimo, un excelente muro de resistencia frente al frenazo de la economía y, por supuesto, un trampolín potentísimo para cuando el mercado laboral tome impulso.

Contar con el acompañamiento de un asesor financiero —como los Family Bankers de Banco Mediolanum— no solo nos ayudará a construir una hoja de ruta acorde con las circunstancias y objetivos, si no que nos proporcionará la anticipación y calma necesarias en momentos de incertidumbre para acercarnos a las metas que nos propongamos.

(Visited 1.932 times, 1 visits today)
Share This