Teoría del ciclo de vida y el ahorro
El consumo y el ahorro de una persona dependen, además de sus ingresos
, del momento vital en el que se encuentra. Es decir, se gasta o se guarda en función tanto de los ingresos como de las expectativas de futuro. Porque ni los sueldos ni las necesidades son las mismas a los 25 años que a los 40, a los 60 y, mucho menos, a los 80.

Este análisis, aparentemente sencillo, es una de las bases de la Teoría del ciclo de vida y el ahorro, por la que ―entre otras contribuciones―, el economista ítalo-estadounidense Franco Modigliani recibió el Premio Nobel de Economía en 1985. 

Sí, se trata de una observación lógica, incluso obvia, aunque no lo era tanto hace años. Al menos, en lo que se refiere a los estudios económicos, históricamente más centrados en teorizar a partir de modelos abstractos que en observar las cifras del mundo real.

De hecho, más allá de sus investigaciones en sí, esta es otra de las contribuciones de Modigliani: dar una vuelta de tuerca a cómo se debe analizar la relación entre consumidores, mercados financieros, decisiones de consumo y ahorro; acercar la teoría económica a la realidad del comportamiento humano.

La Teoría del ciclo de vida y el ahorro

Economista por accidente (quería ser médico, como su padre, pero su aversión a la sangre le condujo a estudiar Derecho), Modigliani empezó a desarrollar su estudio sobre el ciclo vital y el ahorro, partiendo de la Teoría general del empleo, el interés y el dinero, de John Maynard Keynes, durante 1950.

“Franco Modigliani recibió el Premio Nobel de Economía en 1985 por contribuciones como la Teoría del ciclo de vida y el ahorro”


Por entonces era profesor de Economía en varias universidades de los Estados Unidos (Columbia, Illinois, Northwestern y Carnegie Mellon). Hacía poco que había conseguido la ciudadanía en Estados Unidos, donde había emigrado desde la Italia de Mussolini por sus orígenes judíos y sus ideas antifascistas. 

En cualquier caso, volviendo a sus logros académicos y simplificándolos, la idea de la Teoría del ciclo de vida y el ahorro se basa en que los individuos no solo ahorran por precaución. Lo hacen para mantener unos niveles de consumo estables a lo largo del tiempo. Sean cuales sean las fluctuaciones que tengan sus ingresos.

En todo este escenario nos encontramos con varias claves. Por una parte, el patrón vital de una persona que, más allá de la generación a la que pertenezca y generalizando, se divide en tres etapas: temprana (juventud), media (vida profesional) y tardía (jubilación). 

Por otra, tres conceptos fundamentales junto al ciclo vital: ingresos, consumo y ahorro. Un triunvirato que acerca y aleja posiciones a lo largo del tiempo, de la vida:

  • Los ingresos y el consumo se van ajustando en función de la etapa vital. Decía Modigliani que, cuando una persona es joven sus ingresos son más bajos y adquiere deudas pensando que más tarde ganará más dinero. Durante la etapa profesional sus ingresos suelen aumentar, con lo que amortiza lo pendiente y se prepara para ahorrar de cara a la jubilación.
  • El ahorro, determinante para mantener el consumo. Con una punta en la etapa madura, cuando se presume que los ingresos son más elevados. El objetivo, dedicar ese dinero durante la jubilación, cuando hay menos ingresos. 
  • Crecimiento y desaceleración del ahorro. En la juventud, el ahorro es negativo, ya que los ingresos bajos suelen llevar a un endeudamiento. Durante la vida profesional, los ingresos aumentan, con lo cual se puede ahorrar más. Finalmente, en la jubilación, cuando los ingresos se reducen, se utiliza lo ahorrado durante la etapa laboral.

Además, para que no hubiera dudas, él mismo se puso de ejemplo. Así, cuando Modigliani ganó el Premio Nobel, dotado con 225.000 dólares, aseguró que no gastaría el dinero “de golpe”. «Lo haré gradualmente a lo largo de mi vida. Esto es lo que hace la gente según mi teoría: mantener unos niveles constantes de consumo a lo largo de su vida”, aseveró.

“La Teoría se basa en que no ahorramos solo por precaución si no para mantener unos niveles de consumo estables a lo largo del tiempo”


La importancia de una buena planificación

Siguiendo con sus afirmaciones, que justifican su teoría, «los individuos toman decisiones económicas no solo sobre lo que tienen en el presente, sino también sobre lo que esperan tener en el futuro». Es decir, sus objetivos y aspiraciones. 

De ahí la necesidad de contar con una buena planificación financiera. Pero no todos podemos llevarla a cabo, básicamente por desconocimiento de sector y porque se pueden producir sesgos emocionales.

De ahí que sea imprescindible disponer de un buen asesor financiero, un profesional que nos ayude a organizar nuestro dinero a lo largo de toda nuestra vida, a obtener el máximo provecho. Para poder cumplir con nuestros objetivos de ahorro y consumo. 

Modigliani falleció el 25 de septiembre de 2003, tras un repentino ataque cardíaco. Dejó atrás un legado de trabajo y teorías que ayudaron a comprender el comportamiento de los individuos y que siguen siendo fundamentales en la economía. 

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