Hablar de finanzas no es fácil. Se trata de un mundo lleno de acrónimos y terminología específica que a veces hace que contratar un producto financiero se convierta en todo un quebradero de cabeza. Muchas personas recurren a internet para encontrar respuestas a sus preguntas. Pero, evidentemente, del mismo modo que automedicarse cuando nos duele algo es una temeridad, deberíamos dejarnos asesorar por un profesional que vele por nuestra salud financiera. Para empezar, ¿cuáles son los conceptos clave para encauzar nuestra economía?

Piensa en tu jubilación: cuanto antes, mejor

Jubilarse y obtener el 100% de la pensión es cada vez más complicado. Todo apunta a que la edad legal para retirarse del mercado laboral se irá elevando conforme vayan pasando los años. 

El sistema de pensiones español requiere de una reforma, ya que la baja natalidad del país y el aumento de la esperanza de vida de los ciudadanos han hecho que el actual sistema no sea sostenible. Además, durante la última crisis económica se congeló la subida de las pensiones a pesar de que el IPC siguió creciendo, lo que provocó que muchos pensionistas perdieran capacidad adquisitiva. Este panorama hace que la jubilación sea un tema que debe interesar y preocupar a los ciudadanos. 

El momento en el que se empieza a ahorrar para la jubilación es clave para luego obtener un patrimonio superior con menos esfuerzo. Por ejemplo, el porcentaje de esfuerzo si se empieza a ahorrar antes de los 35 años, en comparación con hacerlo después de esta edad, puede llegar a ser mucho menos. 

Diversificación: minimiza el riesgo

Saber diversificar la inversión financiera es otro de los conceptos que deberían interesar a los españoles. 

La diversificación reduce el riesgo en la inversión, ya que el capital se reparte entre diferentes empresas, países, divisas o sectores económicos. De esta manera, una de las inversiones puede ir mal, pero esto solo sería una parte ínfima de tu cartera. Diversificando minimizas el riesgo y amplificas tus posibilidades de rentabilidad. Una buena herramienta para invertir de forma diversificada es el fondo de inversión.

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Inflación: ¡evita que te coman los ahorros!

La inflación es un concepto que rodea muchas de nuestras actividades económicas, pero que muchas veces no sabemos lo que significa con precisión y la importancia que tiene. 

La inflación es el aumento generalizado de los precios de bienes y servicios de un país a lo largo de un momento determinado. Cuando más suben los precios, más capacidad adquisitiva pierden los ciudadanos, ya que con el mismo dinero pueden comprar menos cosas. A la hora de elegir un producto de inversión es muy importante escoger aquel que iguale o supere la inflación con el fin de preservar el valor de nuestro capital. 

“Pensar en la jubilación, diversificar, tener en cuenta la inflación, poner nuestros ahorros a trabajar o evitar que las emociones nos jueguen malas pasadas son factores clave””

Fondo de inversión, pon tus ahorros a trabajar

El cuarto concepto que debería conocer cualquier ciudadano al que le interesen las finanzas es el de fondo de inversión

Los fondos de inversión son productos financieros utilizados para canalizar el ahorro. Su gestión corre a cargo de sociedades que se denominan gestoras de fondos de inversión 

En realidad, los fondos de inversión son productos financieros en los que participan muchos ahorradores. Cada uno de ellos es partícipe de una parte del fondo en función del dinero que invierta en ese fondo que, además, está supervisado por la CNMV, la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Los fondos de inversión por su propia naturaleza están diversificados, por lo que no concentran nunca todo su patrimonio en un único título, bono, activo…. Los rendimientos obtenidos no tienen repercusión fiscal hasta el reembolso de la inversión, por lo cual, si el dinero se traspasa de un fondo a otro, no se pagan impuestos, en el caso de las personas físicas. Además, tienen una gran liquidez, ya que el capital puede recuperarse en cualquier momento sin penalización (salvo en los fondos garantizados).

Hay una gran variedad de tipos de fondos: de renta fija, de renta variable, de renta fija mixta, de renta variable mixta, garantizados, etc. 

El cerebro inversor y la gestión de las emociones

Por último, las emociones y el ahorro deben separarse a la hora de tomar decisiones financieras. La relación de las emociones con la toma de decisiones sobre nuestro dinero recibe el nombre de finanzas conductuales. Esta nueva forma de ver las finanzas se basa en la psicología del comportamiento financiero y cómo afecta ésta a sus decisiones. 

Este concepto ha comenzado a hacerse popular entre los ahorradores y por eso es muy interesante saber en qué consiste exactamente. 

Uno de los padres de esta disciplina es el economista Richard Thaler, que demostró que muchas de las decisiones de los inversores no se rigen por criterios racionales, sino que están marcadas por sesgos psicológicos. Esto hace, por ejemplo, que los inversores apuesten por inversiones inmediatas a pesar de que su rentabilidad sea menor que la de aquellas que son a un mayor largo plazo, cuya rentabilidad es mayor. En este caso estaríamos renunciando a una inversión más rentable simplemente por el temor o un sesgo que nos perjudica. 

La figura de un asesor financiero, un profesional de las finanzas que nos guíe y nos acompañe, no solo hará que tengamos en cuenta esos factores clave, si no que planifiquemos las diferentes etapas de nuestro ciclo financiero de acuerdo a nuestro objetivos y metas.

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