La protección y el asesoramiento, claves en la planificación financiera
Los seguros en España tienen un papel crucial en la elaboración de cualquier planificación financiera, ejerciendo un papel activo en la
mitigación de riesgos y en la estabilidad económica de las familias. Tanto es así que su función va mucho más allá de ofrecer una mera protección contra eventos inesperados, sino que incluye afianzar la continuidad de los objetivos financieros que se hayan establecido, y que pueden estar acompañados de profesionales expertos en el sector.

En alianza con el asesoramiento financiero, se trata de construir estrategias de inversión a largo plazo, capaces de navegar con mayores posibilidades de éxito ante las incertidumbres que siempre se acaban produciendo en los mercados.

Así nos aseguramos en España

La gran mayoría de los españoles posee al menos un seguro, sobre todo teniendo en cuenta que el seguro de automóviles es obligatorio; pero no siempre los productos aseguradores que tenemos contratados son los que mejor se adaptan a nuestras necesidades particulares, profesionales o familiares. 

La industria del seguro en España representa el 5,2% del PIB del país. Existen 33,4 millones de pólizas de automóviles; 21,1 millones de personas aseguradas con un seguro de vida riesgo; 21,4 millones de seguros de hogar en vigor; y 12,42 millones tienen seguro de salud privado.

Los españoles gastamos una media de 1.347,80 euros en seguros al año, según datos de Unespa de 2022. En el caso de los seguros de vida, la media baja notablemente y el indicador se sitúa en 510,50 euros per cápita. Únicamente el 42% de la población española manifiesta tener contratado algún tipo de seguro de vida, lo cual es uno de los índices más bajos en la Unión Europea; y solo el 11,8% contempla el seguro de vida como una medida de protección familiar.

Los seguros en España: ¿estamos bien asegurados?

Pero la cuestión no es solo el volumen de pólizas que tenemos contratadas, sino las coberturas y límites económicos que incluyen estos seguros y si están o no ajustados a las necesidades de cada uno, algo que no siempre ocurre.

Por ejemplo, si tenemos contratados capitales de cobertura para nuestro coche o nuestra casa que no cubren su valor en caso de que haya un siniestro grave. O, en el caso del seguro de vida, tener asegurado un capital insuficiente para mantener el nivel de vida de la familia, en el supuesto de que el asegurado fallezca o sufra una incapacidad.

También desconocemos, en muchas ocasiones, nuevos seguros, como los ciberseguros, aquellos que pagan la hipoteca si nos quedamos en paro o los seguros de responsabilidad civil, que nos protegen tanto en el ámbito personal como familiar.

Qué aporta el seguro a la gestión activa del patrimonio

Un aspecto muy importante en el que el seguro puede ayudarnos es en la protección financiera, un elemento clave para sobrevivir en un mundo cada vez más complejo. Gracias a ella, se incrementa de manera significativa la capacidad de prever y protegerse contra riesgos económicos inesperados, y se garantiza la seguridad de nuestro patrimonio a largo plazo.

“El seguro puede ayudarnos en la protección financiera. Gracias a ella, se incrementa de manera significativa la capacidad de prever y protegerse ante riesgos económicos y patrimoniales”

En esta coyuntura, el rol de los seguros para afianzar la protección de los activos trabaja en un triple sentido: 

  • Seguridad personal. Todos estamos expuestos a padecer una enfermedad grave o sufrir un accidente que nos incapacite de manera temporal o permanente. Junto al coste médico, las implicaciones económicas y profesionales pueden resultar devastadoras si no se cuenta con pólizas que, por ejemplo, satisfagan los tratamientos médicos o aporten una seguridad financiera en el pago del capital pendiente de una hipoteca.
  • Protección de los bienes. Las pólizas de auto, las de hogar o las de locales comerciales son, posiblemente, tres de los mejores ejemplos de cómo los seguros resultan fundamentales para proteger los bienes más preciados que poseemos y sin los cuales es probable que nuestra economía se resintiera de forma muy relevante. Robos, inundaciones o incendios son sucesos tristemente cotidianos que pueden afectar a cualquier persona de la manera más inesperada.
  • Tranquilidad para nuestra familia. Garantizar un futuro lo más próspero posible para nuestros descendientes es, también, uno de los objetivos de cualquier estrategia de planificación financiera pensada para el largo plazo. Algo que ayudan a lograr algunos seguros como los de vida o los de decesos. De este modo invertimos en la seguridad económica de los que más queremos.
  • Ahorro y acumulación de valor. Además de su función de protección, existen seguros que generan rentabilidad con el tiempo. Este componente de ahorro a largo plazo permite a los asegurados incrementar su patrimonio mientras disponen de una fuente adicional de seguridad financiera.

Asesoramiento financiero, clave para elegir los seguros adecuados

Las ventajas están claras, pero ¿cómo elijo el seguro en España que mejor se adapta a lo que necesito?

Apostar por la contratación de diferentes seguros no es solo un acto de previsión, sino que debe formar parte de una estrategia financiera activa que sea sólida y resistente. Por ello, es clave contar con el apoyo profesional que puede brindar un asesor financiero, de manera que se pueda elegir la cesta de seguros más adecuada al perfil y a las necesidades de cada ahorrador.

En este sentido, el asesor financiero contribuye de forma activa:

  • Identificando las necesidades de aseguramiento de su cliente y de su núcleo familiar, a través del análisis de factores como la etapa de la vida en la que se encuentre, el nivel de riesgo que puede tolerar, su capacidad de endeudamiento o la responsabilidad de las inversiones que lleva a cabo.
  • Comparando entre la oferta de seguros que se comercializa, no solo en cuanto a su coste económico, sino en relación con otros elementos, como las coberturas que se ofrecen o los términos y condiciones del contrato que se vaya a firmar.
  • Monitorizando de manera periódica si la cartera de seguros de su cliente responde a la evolución de su patrimonio y a lo que requiere en ese momento. De este modo, el asesor puede ir proponiendo sucesivos ajustes en las coberturas de las pólizas, la contratación de otras nuevas o, incluso, la eliminación de algunas que han perdido su razón de ser.

El rol del asesor para elegir nuestros seguros

Con carácter general, un asesor financiero es un profesional especializado en brindar asesoramiento y orientación a sus clientes sobre la gestión activa de su patrimonio. De esta manera contribuye decisivamente a que estos puedan tomar decisiones financieras informadas y estratégicas para alcanzar sus objetivos económicos.

Desde un punto de vista de la protección del patrimonio, el asesor financiero es un especialista también en la gestión y en el análisis de los riesgos, con una claras capacidad y experiencia seguros, de modo que, además de proteger los activos de sus clientes, desempeña una labor clave para garantizarles un futuro financiero más estable y próspero. 

En definitiva, un asesor financiero puede brindar una orientación adecuada en cuanto a los seguros y otras medidas de protección financiera, por ejemplo, a través de la recomendación sobre las pólizas más adecuadas para protegernos ante cualquier potencial eventualidad, de cara a resguardar el patrimonio presente y futuro de nuestra familia.

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