Si en algo coinciden todos los expertos y estrategas del mercado es en la necesidad de no dejar todos los huevos en la misma cesta. O dicho de forma más técnica: los beneficios se consiguen con la diversificación de las inversiones que componen una cartera.
Porque, de vuelta al primer ejemplo, imagínese que solo posee una cesta y esta se rompe, como les ocurrió a los inversores que tenían la mayor parte de su cartera en un banco de inversión de prestigio como Lehman Brothers, que quebró el 15 de septiembre de 2008. O a los que, en los últimos meses, tuvieran importantes posiciones en una multinacional de ingeniería y energías renovables a la vanguardia en España como es Abengoa, la cual está en situación de pre-concurso de acreedores y cuyas acciones se han desplomado un 90% en el segundo semestre de 2015. Otro ejemplo es el de los inversores que hubieran apostado con firmeza por el mayor fabricante de automóviles de Europa, Volkswagen, cuyos títulos se dejaron un 30% en la segunda mitad de 2015 tras conocerse un fraude en las emisiones de gases contaminantes de vehículos con motor diésel.
“Para diversificar los fondos de inversión representan la herramienta más útil: invertir en uno de estos productos aumenta la diversificación, sin centrarse en un único valor”
Si se abre más el abanico, un inversor podría haberse quedado en casa y haber tomado posiciones únicamente en renta variable española. Esto es algo habitual, ya que los estudios de finanzas conductuales suelen concluir que un error típico de los inversores que actúan sin un asesor financiero es centrarse en lo que mejor conocen, sin que necesariamente sea esta la mejor opción. Y en bolsa, lo que mejor conocemos los españoles es el Ibex 35.
Por ejemplo, el inversor se lamentaría de que su patrimonio invertido disminuía un 7,15% en 2015 con respecto a otro que hubiera diversificado su inversión en renta variable y se hubiera expuesto a otras bolsas europeas, como la de Frankfurt, donde el DAX 30 subió un 9,5% durante el pasado año.
Diversificar en fondos de inversión y gestoras
Para evitar estos disgustos, la solución es sencilla: seguir el consejo más repetido en el mercado y diversificar tu dinero. Los fondos de inversión representan la herramienta más útil en este sentido, ya que el mero hecho de invertir en uno de estos productos aumenta la diversificación, respecto a centrarse en un único valor.
Pero no es suficiente con comprar un fondo y confiar en una única gestora para tener una diversificación suficiente que evite el riesgo de que el patrimonio invertido tenga un rendimiento mucho más pobre que el del mercado.
Porque eso implicaría jugarse todas las cartas, todos los huevos, todo tu dinero, a un solo gestor, y eso hace muy difícil superar al infinito número de inversores particulares e institucionales del que se compone el mercado.
Así lo demuestran los resultados empíricos. Un estudio de la consultora Towers Watson, con resultados del S&P 500, muestra que manteniendo tus inversores en un solo gestor, la probabilidad de obtener un 15% menos de rentabilidad que el mercado en un periodo de 10 años es del 30%. Mientras que la posibilidad de que el rendimiento sea un 10% inferior al índice estadounidense es de más del 60%. ¿De verdad quieres gestionar tus ahorros de esa manera?
“No hay ningún truco para evitar pérdidas respecto al mercado, solo diversificar tu cartera”
Si la respuesta es “no”, entonces te interesa saber que el mismo estudio refleja que aumentando el número de gestores disminuye la probabilidad de perder parte de la rentabilidad que pueden lograr tus ahorros en comparación con la rentabilidad que obtiene el S&P 500. Así, por ejemplo, a partir de tres gestores la probabilidad de rentabilizar tu inversión en 7,5 puntos menos que el conjunto del mercado se reduce por debajo del 50%. Y con ocho gestoras gestionando tu patrimonio, ya hay menos de un 10% de posibilidades de que el retorno en una década sea inferior en un 10% al del índice estadounidense.
Las estadísticas lo confirman: no hay ningún truco para evitar pérdidas respecto al mercado, solo diversificar tu cartera. ¡No te arriesgues!