claves financieras para ahorrar en la compra

“Obtener algo por un precio”, comprar, es un acto cotidiano en el que se va parte de nuestro presupuesto. Llenar la nevera y la despensa supone, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), un gasto medio por hogar de 4.028 euros al año. Parece una tarea titánica reducir este gasto necesario, ¿verdad? Pues siguiendo pequeñas pero productivas pautas es posible ahorrar y sacar el máximo provecho a la hora de llenar el carro de la compra.

¿Cómo? Con estos 7 consejos para ahorrar: 
“Parece una tarea titánica reducir gastos dela compra ¿verdad? No con estos 7 consejos para ahorrar”

1. Establece tu propia estrategia de compra y planifica tus gastos. Si hay algo que solemos tener bastante claro son los ingresos. Pero cuando se habla de gastos… ¡la cosa cambia! De ahí que sea tan importante planificar los que sí conocemos y tener un presupuesto para los pequeños imprevistos que puedan surgir. La compra es uno de los gastos que el portal para la educación financiera Finanzas para Todos, promovido por la CNMV, el Banco de España y el Ministerio de Economía y Hacienda, califica como necesarios. Es decir, que no se pueden eliminar de la vida diaria pero sí es posible reducirlos. Así que es necesario adecuar las cantidades que deben comprarse a las características y rasgos de quienes componen el hogar, como conocer bien previamente las pautas de consumo, las raciones que requerirás, si es mejor ir una vez y llenar el carro o ir varias veces y comprar poco cada vez es lo que ayudará a predecir el gasto.

2. Si no está en la lista, no lo metas en el carro o la cesta. En la capacidad de decisión individual está la inflexibilidad o no de esta clave. Invertir cinco minutos en elaborar la lista de la compra —con el método que más cómodo se encuentre uno, bien utilizando apps o siendo tradicional y tirando de lápiz y papel— puede suponer una gran diferencia, comprando únicamente aquello que se necesita en función del menú previo.

3. Compara precios, establecimientos y valora productos sustitutivos o alternativos. El abecé del ahorro es extrapolable a cualquier ámbito, no solo a la hora de hacer la compra. La comparación permite conocer rápidamente qué se adapta mejor a tus preferencias, estableciendo una relación calidad-precio. Esta comparación es esencial porque los precios varían en función del establecimiento, tanto que puede haber diferencias que impliquen un ahorro de entre los 320 y los 2.700 euros al año, según el último estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Este mismo informe indicaba que el supermercado más barato del país se encontraba en Vigo y era el Alcampo de Coia, mientras que el más caro era la cadena Sánchez Romero en Madrid.
En este sentido, las marcas blancas —las marcas del distribuidor— han cobrado durante la crisis un gran protagonismo y han mantenido su posición. Lo cierto es que, según Kantar World Panel, las marcas blancas copan el 33,9% de la cuota de mercado.

4. Vida de los productos. ¡Muy importante! No todos los productos tienen el mismo ciclo de vida y tampoco se conservan igual. De ahí que sea crucial tanto su colocación en el frigorífico como conocer cuánto tiempo puede aguantar un producto congelado con sus propiedades intactas, teniendo en cuenta que la temperatura es menor en las baldas inferiores. Un estudio de Hispacoop revela que un hogar medio tira 76 kilos de alimentos en un año, lo que supone un desperdicio alimenticio, y también económico, importante.

5. Sé impasible ante el marketing. No creas que en el supermercado las cosas pasan porque sí. Está todo estudiado para fomentar el consumo. Se ponen en marcha técnicas con las que incitar que se compren determinados productos frente a otros que quizá supongan un menor margen de beneficio. En este sentido cobra gran importancia lo que se conoce como neuromarketing, es decir, entender el patrón de compras a través de nuestras neuronas. De hecho, hay técnicas específicas para encaminar el proceso de compra hacia un lado u otro. Los establecimientos usan aquí técnicas como:

– Provocar el miedo a la pérdida —utilizando las palabras “edición limitada” o “últimas unidades”, creando miedo a perder la oportunidad de llevarse algo único.

– Efecto Google, consistente en crear previamente un entorno favorable a la compra.

– Efecto bandwagon, en referencia a que el consumidor compra los productos que todo el mundo adquiere y sabe que son un “caballo ganador”.

– Efecto Pigmalión, mediante el que el establecimiento trata al cliente de una manera determinada para que luego este último actúe conforme a esa forma de considerarle, tal y como explicó Pedro Bermejo, doctor en Neurociencia y presidente de la Asociación Española de Neuroeconomía en la OMExpo del año pasado, ahora bautizada como Futurizz.

“¡Sé impasible ante el marketing! No creas que en el supermercado las cosas pasan porque sí”

6. No tengas miedo a pagar con tarjeta. Siempre y cuando su uso suponga beneficios, además de que puede salvarnos de una necesidad en una situación puntual. Las tarjetas bien utilizadas pueden ser nuestras mejores aliadas. Las hay que, por sus características, pueden ser más que interesantes, dado que ofrecen descuentos en algunos establecimientos, o su uso genera por cada cierta cantidad gastada un número de puntos canjeables en un programa de fidelización concreto. ¡Incluso algunas incluyen la devolución de un porcentaje del importe gastado con dicha tarjeta! No se trata de utilizar exclusivamente el “dinero de plástico”, sino de elegir el medio de pago que nos aporte ventajas como, por ejemplo, no tener que llevar efectivo encima, descuentos, acumulación de puntos o la devolución de un porcentaje de lo gastado.

7. Revisa el tíquet. No son pocos los errores que se producen a la hora del cobro de la compra. Un estudio que elaboró la Federación de Usuarios de Consumidores Independientes (FUCI) en 2013 concluía que, en el 15% de las ocasiones, el tíquet no reflejaba las ofertas correctamente. Esto puede llegar a suponer hasta 10 euros al mes que no se ahorran. Además, el estudio indica que únicamente el 10% de los consumidores repasan el tíquet tras realizar la compra para corroborar que lo comprado corresponde efectivamente al precio y la cantidad seleccionados. Es importante no olvidar reclamar el tíquet por si acaso y revisarlo bien en caso de error.

Otras claves para ahorrar en casa

Horario y estómago lleno. No vayas al supermercado con el estómago vacío. Si no, se acaba comprando más por los ojos, a los que impulsa más el hambre que los productos realmente necesarios. Además, aunque el horario de los establecimientos es muy amplio (más aún si compramos a través de internet), hay momentos en el día en los que lanzan ofertas y promociones por estar próximos a agotar existencias, por ejemplo.

Tus propias bolsas, tarjeta fidelización. Hace ya algún tiempo que los establecimientos comenzaron a cobrar las bolsas con la intención de reducir el número de estas en vistas de cuidar el medio ambiente. Si tenemos en cuenta que cada bolsa puede tener un coste de entre 0,05 euros y 0,10 euros, llevar las propias bolsas en una compra semanal en la que podamos utilizar cuatro o cinco bolsas supondría un ahorro de hasta 0,50 euros, lo que al mes serían dos euros y al año 24 euros. Una cuenta sencilla, ¿verdad? ¡Ojo! Porque podría multiplicarse si se establece una compra diaria, por ejemplo. Por otro lado, son muchos los establecimientos que ofrecen algún tipo de programa de fidelización del que poder beneficiarse a través de descuentos o programas de puntos.

María Valero (iAhorro)

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