El toro, el oso, los halcones, las palomas… El mundo financiero está repleto de figuras de animales que simbolizan algún perfil, situación o momento de la historia relacionado con la marcha de la economía. Aquí te lo contamos.
Y para hacerlo nos remontamos a los días previos al famoso Lunes Negro de 1987. Las valoraciones de la bolsa de Nueva York no eran sostenibles. De hecho, en semanas anteriores, el mercado de valores había dado algún susto. Se estaba preparando la tormenta perfecta. El día en cuestión, el 19 de octubre de 1987, la apertura de Wall Street fue estable, con ligera tendencia a la baja. Pero hacia últimas horas de la jornada bursátil comenzó una repentina venta masiva. Los principales índices entraron en caída libre y arrastraron a otros parqués mundiales. El Dow Jones y el S&P 500 cerraron con un desplome de más del 20%.
1. La fuerza del toro de Wall Street
En honor a la fortaleza que mostró el pueblo norteamericano tras esta crisis, en la que se tardaron dos años en recuperar los niveles bursátiles, el escultor Arturo Di Modica regaló a la ciudad de Nueva York, para instalarlo en el corazón de su distrito financiero, un símbolo de fuerza y poder, el mundialmente conocido toro de Wall Street. Desde entonces, el toro representa un mercado alcista (bull market), que cuando embiste levanta sus cuernos hacia arriba, lo que se asocia con el movimiento ascendente de los precios bursátiles. Una euforia que incluso puede desencadenar burbujas, como la de las puntocom en 2000.
Sin duda, esta metáfora es la más conocida en el mundo de las finanzas, pero hay más animales que conforman la fauna financiera.
2. El oso: símbolo de un mercado bajista
Uno de ellos es el oso, que simboliza todo lo contrario al toro. Cuando ataca, golpea moviendo sus garras hacia abajo. Por este motivo, el oso simboliza un mercado bajista (bear market), que indica que hay una fuerte expectativa de que los precios caigan y sigan disminuyendo, como ocurrió en la Gran Depresión de 1929, cuando el pánico hizo colapsar el mercado bursátil en Wall Street.
3. Halcones: el ala dura de los bancos centrales
Con el cambio de ciclo monetario para contener la espiral alcista de los precios, espoleados, primero, por el tirón del consumo tras los desconfinamientos por el covid-19 y, después, por el encarecimiento de materias primas y la energía por la guerra en Ucrania, los discursos de los bancos centrales se han llenado de hawks. Los halcones representan el ala dura de la política monetaria. Supone la restricción y la subida de los tipos de interés para mantener la estabilidad y contener a su principal enemigo: la inflación. En consecuencia, se encarecen los préstamos para frenar la demanda de financiación, lo que provoca un menor consumo y, por tanto, una bajada de los precios.
4. Palomas: los ‘polis buenos’ de la política monetaria
Como puedes imaginar, las palomas (doves) son lo contrario, una política monetaria expansiva para estimular el consumo y el empleo; por ende, reactivar la economía. Una bajada de tipos o el mantenimiento de tipos bajos anima a los consumidores a endeudarse para adquirir bienes, lo que estimula el circuito económico.
“El mundo financiero está repleto de figuras de animales que simbolizan algún perfil, situación o momento de la historia financiera”
5. Los tiburones de las finanzas
Se habla de tiburones financieros para referirnos a ese perfil que busca ganancias a través de estrategias rápidas y con riesgo, como por ejemplo la compra de empresas con dificultades para reestructurarlas y venderlas al mejor postor. También se asocia con el trading diario o el lanzamiento de opas hostiles (oferta pública de adquisición de acciones de empresas cotizadas).
6. Así se comportan las ‘ovejas financieras’
Como las dóciles ovejas que se mueven en rebaño, hay inversores que siguen a la manada sin sopesar las consecuencias. ¿Hay euforia (bull market) en los mercados y las acciones suben y suben? Las ovejas compran. ¿Que hay pánico y los inversores venden unos tras otros? Las ovejas venden. Se hace todo lo contrario a lo recomendable: no introducirse en mercados alcistas porque, además de comprar caro, se entra en una posible burbuja financiera. Y tampoco vender en mercados bajistas, porque las pérdidas pueden ser irrecuperables. Paciencia y a esperar a que el tiempo amaine.
7. El cisne negro
El cine negro es aquí una metáfora de un suceso impredecible e impactante. Popularizó el concepto el investigador y financiero Nassim Nicholas Taleb en su libro El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable, donde lo extrapolaba a eventos totalmente inesperados que provocan una hecatombe económica y/o financiera. Por ejemplo, el estallido de la pandemia, que confinó al mundo paralizando la economía.
8. El rinoceronte: el riesgo previsible
Por el contrario, al rinoceronte se le ve venir, representa una amenaza, un riesgo previsible y evidente, pero que los mercados o las autoridades ignoran, como por ejemplo la deuda pública creciente en un país o el propio cambio climático. El término fue acuñado por la autora y analista política Michele Wucker en su libro The Gray Rhino. Así, la caída del gigante Lehman Brothers por la hipotecas basura fue un rinoceronte, porque se podía esperar que la comercialización de productos financieros cuyo subyacente eran las subprime terminaría explotando cuando se encareciesen los préstamos.
“El escultor Arturo Di Modica regaló a Nueva York el conocido toro de Wall Street como símbolo de la fuerza y recuperación del pueblo americano tras el Lunes Negro de 1987”
9. Los cerdos o PIGS
Los PIGS son las iniciales de Portugal, Italia, Grecia y España. Un acrónimo inglés que hizo fortuna durante la crisis de deuda soberana de 2011 que obligó a la UE a rescatar a estos países por su excesivo endeudamiento — menos Irlanda, que salió por su propio pie—, y que aún se usa de forma peyorativa.
También se usa en finanzas, pero es menos conocido: “Los toros ganan dinero, los osos ganan dinero, pero a los cerdos se les sacrifica», siguiendo una frase del gestor Jim Cramer. Aquí los pigs son los inversores que asumen riesgos excesivos para obtener rendimientos.
10. Los tigres de la economía mundial
También denominados dragones asiáticos, Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán son países emergentes con economías de gran desarrollo capaces de hacer sombra a grandes potencias de Occidente.
En 1987, se vio venir a parte de esta fauna financiera. El bull market sobrealimentado por ovejas presagiaba la llegada de un rinoceronte. El mercado no parece aprender y las burbujas se suceden mientras aparecen cisnes negros que, paradójicamente, acaban normalizando estos eventos inesperados.