Hace ya algunas semanas que no podemos salir de casa. El planeta gira, pero sus ciudadanos no se mueven. Sí lo hacen, sin embargo, sus mentes y, en ellas, sus sueños, sus inquietudes y su futuro. Se ‘agita’ también la necesidad de dibujar un nuevo marco, un nuevo paradigma capaz de vencer y superar este escenario de incertidumbre a todos los niveles. Se necesitan nuevas fórmulas y valores para sostener el desafío global más importante que conocemos como sociedad moderna y avanzada.
O quizá no se necesita ‘nuevo’, sino aquello que ya existía y que la urgencia o las prisas habían dejado en segundo plano: hablamos del tú a tú, del tiempo y de la dedicación. En el ámbito financiero, esto se traduce en una máxima: la personalización, representada por la figura del Family Banker.
Con motivo del Día del Emprendedor, queremos ponerla en valor como agente de cambio, tranquilidad y futuro. Porque el mercado profesional precisa de asesores financieros que, a partir del conocimiento, la responsabilidad y la empatía, sean capaces de estar al lado de la gente ‘cuando las personas más necesitan a las personas’.
Emprender: ¿de la crisis a la oportunidad?
Se necesitan proyectos y emprendedores capaces de entender la complejidad del ciclo financiero de la vida y la necesidad de remar y trabajar hacia un futuro de bienestar y tranquilidad financiera a lo largo del tiempo y en cualquier circunstancia, especialmente en el ámbito familiar.
“La figura del asesor financiero adquiere aún más proyección de futuro para el que desea emprender en un momento clave donde lo importante son las personas”
Esa es la misión que implica ser Family Banker de Banco Mediolanum y, al mismo tiempo, su máximo valor en estos tiempos. ¿Cómo? Con formación técnica y especializada proporcionada desde la entidad, responsabilidad, vocación de servicio, compromiso, rigor, proyección y futuro. Y, por supuesto, la autonomía, la libertad y el empuje propios del emprendedor, al que hoy homenajeamos.
El éxito de esta figura es algo que, de hecho, el mercado ha reconocido por sus ‘voces’ más exigentes: los clientes. A través de la red de Family Bankers, Banco Mediolanum ha conseguido ser la entidad bancaria de España con los clientes más satisfechos según el informe de la consultora independiente Stiga 2019.
¿Quién puede ser asesor financiero?
Llegar a ser Family Banker es una opción sólida para aquellos asesores y profesionales de las finanzas, incluso de otros sectores profesionales, que han pensado en dar un giro a sus vidas y desarrollar una carrera en una entidad de referencia basando su actividad no en el producto financiero, sino en el acompañamiento y apoyo a los clientes a lo largo de su vida financiera. Una oportunidad para emprender alineada con una visión de las relaciones financieras innovadora: el cliente en el centro y el Family Banker a su lado para poder…
1.- Acompañar a las personas
La naturaleza de esta crisis ha puesto de relieve el bien más preciado de nuestra sociedad: las personas. Un bien sobre el que se articula la trayectoria del Family Banker: acompañarlas en su ciclo financiero. Ayudarlas a afrontar todos los aspectos relacionados con la gestión de sus recursos y a dar respuesta a todas sus necesidades, desde la liquidez hasta el ahorro, pasando por la compra de la vivienda o la jubilación.
2.- Estar cerca de las familias
Garantizar que hay alguien velando por ti, a tu lado, sea de la forma que sea y precisamente cuando más se necesita. No un servicio mínimo, ni una aplicación ni un horario reducido. Sino una persona. Por teléfono, mail, WhatsApp, Skype… por los medios que sea. El asesoramiento personalizado ocupa y ocupará un lugar central en las finanzas.
“Llegar a ser Family Banker es una opción para muchos asesores financieros y otros profesionales que quieren crecer y dar un impulso a su carrera”
3.- Aplicar conocimiento y experiencia
El asesoramiento que proporciona un Family Banker tiene una gran parte de conocimiento técnico facilitada desde la entidad, pero también emocional. Su misión es ayudar a los ahorradores a sentirse respaldados en momentos críticos.
Estar en manos de un profesional formado y haber preparado y anticipado una planificación financiera con él a corto, medio y largo plazo hace que muchas personas puedan caminar firmes hasta en los terrenos más resbaladizos. Este conocimiento y experiencia los convierten en figuras esenciales, especialmente en momentos en los que tener una brújula y un proyecto a seguir marca la diferencia.