ahorrar e invertir2020 nos ha hecho ahorradores casi ‘sin quererlo’. Hemos pospuesto viajes, cenas, compras… Un sinfín de gastos en standby que en algunos casos habrán dado forma a ese cojín que tantas veces hemos necesitado y en otros habrá puesto de relieve la necesidad de contar con uno. 

Lo ideal es disponer de un fondo de emergencia: esa liquidez inmediata que nos puede sacar de un apuro en cualquier momento. Pero, además de ese colchón, hemos de saber para qué y cómo ahorrar e invertir. Hay quien actúa con prudencia, reservando sin más, sin objetivos definidos y a expensas de que su dinero pierda valor por efecto de la inflación. Y la otra cara de la moneda es quien lo hace con previsión. Tiene un rincón para lo inesperado, pero, en paralelo, una estrategia sólida para satisfacer las necesidades y cumplir los objetivos a corto, medio y largo plazo.

¿En qué grupo estás tú?

Ahorrar o invertir es a las finanzas lo que el ‘cueces o enriqueces’ a la cocina: un plus que nos permite pasar a un nuevo estadio de rentabilidad a través de la planificación. No solo ahorramos ‘por si acaso’, sino que hacemos que ese ahorro trabaje ‘para un fin’ determinado que se ajusta a nuestras metas y posibilidades.

A las puertas de darle carpetazo al 2020, queremos compartir algunas claves para pasar del ahorro a la inversión en 2021: 

1. El tiempo y su factor multiplicador

Si queremos que el ahorro empiece a dar frutos hemos de añadir a la ecuación un elemento: la planificación en el tiempo. Una estrategia que, sobre todo a largo plazo, aproveche el factor tiempo y el efecto multiplicador de la inversión en busca de una rentabilidad que no se consigue de la noche a la mañana. 

 2. Tolerancia a la volatilidad

Hay ahorradores con distintos perfiles, cada uno con una tolerancia diferente a la volatilidad. Por eso se recomienda que, cuando planeamos cosas importantes —normalmente, a largo plazo—, contemos con un profesional de las finanzas que nos ayude a trazar una estrategia adaptada a nuestros objetivos y necesidades reales. 

“Hay quien ahorra con prudencia, sin objetivos definidos y a expensas de que su dinero pierda valor por la inflación”

3. La diversificación como aliado

Diversificar es fundamental para trazar una estrategia de inversión. Como se suele decir, se trata de no poner todos los huevos en la misma cesta, ya que lo que buscamos es reducir riesgos. Se trata de distribuir el ahorro en el corto, medio y largo plazo; diversificar entre títulos, sobre todo fondos de inversión; y ampliar esa inversión entre distintos países, sectores o mercados, etc. 

4. Huye del ‘chollo’ o el Market Timing

El Market Timing, o afinar al máximo los puntos de entrada y salida del mercado, es algo que has visto en las tramas de las pelis de brókers. En la vida real, pasar del ahorro a la inversión obedece a una planificación. Se trata de aportar de forma sistemática, con método. Invertir no es reducir tu poder adquisitivo, sino trabajar para que este sea mayor aprovechando el factor tiempo.

5. Seguimiento profesional

La figura del asesor financiero es clave para disponer de una sólida estrategia de inversión basada en tu capacidad financiera y tu tolerancia a la volatilidad. Gracias a la escucha activa de un coach financiero y a sus conocimientos profesionales dispondrás de una estrategia a medida y, sobre todo, de un seguimiento regular. 

“Un asesor financiero es clave para disponer de una sólida estrategia de inversión basada en tu capacidad financiera”

6. Emociones bajo control

Muchas veces, y más en los tiempos que corren, pasamos del miedo a la euforia, del bloqueo a la impaciencia. La inversión es cuestión de confianza y método. Seguir una planificación junto a un experto nos sirve para cultivar la tranquilidad y anticipar tiempos inciertos. La toma de decisiones debe basarse en el análisis, el conocimiento y no precipitarse por emociones subjetivas y circunstanciales. 

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