market timing y el riesgo de invertir en corto“El que vive junto a la bola de cristal comerá cristales rotos.” Esta frase la pronunció Ray Dalio, el fundador y CEO de la firma de inversión Bridgewater Associates, y ejemplifica las posibles consecuencias de tratar de predecir cuándo es el mejor momento para entrar o salir en los mercados financieros. O, dicho en el argot financiero, para hacer market timing. 

Qué es el ‘market timing’

Esta técnica consiste en entrar y salir del mercado tratando de anticipar sus fluctuaciones. Dicho en otras palabras, comprar y vender intentando acertar justo en el momento en el que se va a producir una subida o bajada. Se utiliza el análisis técnico de diversos indicadores para tratar de predecir ese momento idóneo, pero… ¿de verdad es posible? 

Contexto económico

El pasado es testarudo y pone sobre el tapete acontecimientos convertidos en cisnes negros, hechos impredecibles con desastrosas consecuencias en los mercados financieros y en la economía y cuya huella tardará en desaparecer. 

Nadie fue capaz de anticipar la crisis financiera de 2008 desatada por las hipotecas basura (subprime) que desencadenó la Gran Recesión y dejó los tipos de interés en niveles históricamente bajos (del 0% en Europa durante los últimos seis años) para tratar de remontar las debilitadas economías. 

Tampoco se esperaba la llegada de la pandemia de la covid-19, que ha provocado una crisis sanitaria, social y económica y que ha desbocado las tasas de inflación. Unas elevadas tasas que la invasión rusa en Ucrania ha alimentado hasta obligar a los bancos centrales a mover ficha subiendo los tipos de interés para tratar de contener el alza de los precios. 

Con estos mimbres, ha resonado la posibilidad de una estanflación, que se produce cuando el crecimiento se estanca o se entra en recesión, pero la inflación sigue alta. Y, al nivel de los mercados financieros, hasta la renta fija registra una caída histórica, según los expertos, y grandes índices bursátiles acumulan caídas de dobles dígitos.

“Decía Benjamin Graham que ‘Mister Market es un esquizofrénico en el corto plazo, pero recupera su cordura en el largo plazo’”

Cómo combatir el ‘market timing’

Es prácticamente imposible predecir cuál es el mejor momento para entrar en el mercado, mucho más en entornos inciertos, pero ello no significa que no haya estrategias de inversión alejadas del cortoplacismo del market timing. Siempre teniendo en cuenta, eso sí, que cualquier inversión comporta un riesgo y puede conllevar la pérdida del capital invertido, estas son algunas de esas estrategias:

Inversión a largo plazo

El tiempo es un factor que podría ayudarnos a diluir riesgos y a contemplar las posibilidades del interés compuesto. Se trata de la capitalización de los intereses sobre el capital inicial de tal manera que, en caso de producirse ganancias sobre lo invertido, los beneficios se irían acumulando. 

Ponemos un ejemplo, siempre hipotético, para visualizar cómo funcionaría el interés compuesto: si invirtiéramos 1.000 euros y obtuviéramos una rentabilidad media anual del 2%, esto significaría que al año siguiente contaríamos con 1.020 euros sobre los que aplicar nuevamente el interés, lo que supondría un capital de 1.040,80 euros, y así sucesivamente. 

El factor de la diversificación

Una de las máximas en la inversión es no poner todos los huevos en la misma cesta. Diversificando las inversiones, se busca minimizar riesgos y hacer que los diferentes activos y/o valores se compensen entre sí. Una cartera diversificada permite repartir nuestras inversiones según los objetivos temporales, a corto, medio y largo plazo; en diferentes empresas, sectores o áreas geográficas; en distintos vehículos, por ejemplo, fondos de inversión…; en distintos tipos de activos, como renta variable (acciones), renta fija (bonos) o materias primas; y, según diferentes potenciales de crecimiento, como, por ejemplo, sectores o países emergentes.

Ahorro periódico

Otra estrategia consiste en realizar aportaciones periódicas regulares, por ejemplo, mes a mes, independientemente de lo que hagan los mercados. Además, se pueden automatizar las aportaciones, como si se tratara de un recibo más. Esto ayuda a evitar el market timing o de intentar adivinar qué harán los mercados. Asimismo, al hacer aportaciones periódicas —pongamos durante 12 meses— se estaría invirtiendo a un precio medio de esas 12 adquisiciones, lo que llevaría a comprar una mayor cantidad de activos cuando el mercado cae y una menor cantidad cuando este sube.

Cultivar la paciencia

En materia de inversión, la paciencia es una gran virtud que nos evita tomar decisiones impulsivas y nos permite mantener una visión serena y de largo plazo. Hay que aparcar las emociones, tanto la sensación de euforia que lleva a muchos inversores a entrar en los mercados en momentos de máximos, como la de pánico, que arrastra a muchos inversores a huir de forma irracional de los mercados asumiendo grandes pérdidas al hacerlo.

Ayuda profesional

Para poder conocer estas estrategias de inversión, es recomendable consultar a expertos en asesoramiento y planificación financiera. Estos profesionales nos ayudarán a analizar y a definir nuestro perfil de riesgo, objetivos y horizonte temporal, para determinar aquellas soluciones de ahorro e inversión que pueden responder a nuestras necesidades reales y metas financieras.

Tal y como empezamos, cerraremos este post con otra cita, la del padre del estilo de inversión value investing, Benjamin Graham, mentor del gurú de las inversiones, Warren Buffett, que dice lo siguiente: “Mister Market es un esquizofrénico en el corto plazo, pero recupera su cordura en el largo plazo”. 

 

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