No nos equivoquemos: hoy en día, la situación de crisis e incertidumbre obliga a que la función primordial de un asesor financiero no sea tanto recomendar productos, como ofrecer tranquilidad a sus clientes. Obviamente el asesor debe seguir buscando los productos y servicios que solucionen las necesidades de ahorro e inversión de aquellos. Pero ante todo, tiene que ayudarles a entender qué está ocurriendo actualmente, aportando la tranquilidad que el contexto no parece dar, ya que ni los medios de comunicación ni las conversaciones cotidianas en las que todos participamos contribuyen a generar calma.
Existen diversas formas de hacerlo: demostrando a los clientes que su asesor está constantemente a su disposición, ayudándoles a interpretar y analizar las noticias del sector, desvelando las razones por las que en muchas ocasiones están envueltas de alarmismo o explicándoles cuáles son las oportunidades que pueden aprovecharse ante cualquier crisis.
Por tanto, uno de los aspectos más relevantes del trabajo cotidiano de un Consultor de Banca Personal es precisamente estar junto a sus clientes. Se trata de satisfacer cualquier expectativa o inquietud que puedan tener: una respuesta a una consulta sobre la deuda pública, una visión profesional sobre la situación de los mercados financieros o una propuesta de ahorro para la jubilación. En todo esto hay que prestar atención particular al miedo y la euforia, ya que son los factores que impulsan a los clientes a tomar decisiones perjudiciales para su futuro y el de sus ahorros.
Pueden resultar tareas sencillas, pero para ser hoy un buen asesor financiero hay que contar con una gran formación, colaborar con una entidad que le respalde, tener una estrategia clara de asesoramiento y, sobre todo, formar parte de una auténtica cultura de atención al cliente.
Imagen I inlinguaManchester
Esta excelente el escrito, muy profesional, inspirador y sobretodo emocional, me encantó cómo desarrollaron el tema. Gracias