El mercado de la renta fija ha vivido una bajada significativa de los tipos de interés en los últimos 25 años. Pero parece que ahora nos enfrentamos a un cambio de ciclo.

Como muestra el gráfico, el tipo de interés que paga la deuda pública americana y alemana a 10 años ha descendido del 6-9% en que se situaba en 1989, hasta los mínimos históricos de alrededor de 1-1,5% de mediados de 2012.

Desde entonces se aprecia una ligera subida de los tipos de interés, lógica después haber llegado a niveles tan bajos. Y es previsible que se mantenga en el tiempo, a menos que se produzca un brusco empeoramiento de la situación económica.

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El mundo de la renta fija es muy variado, ya que incluye tanto deuda pública como deuda de empresas y organizaciones. Además, el comportamiento de la deuda pública de los países es desigual. Por ejemplo, estos meses hemos observado la diferente evolución de la deuda alemana y americana respecto a la de España, Italia o los países emergentes. Aún así, hay que recordar que las deudas americana y alemana suelen marcar la tendencia del resto de mercados.

Este previsible cambio de tendencia en los tipos de interés de la renta fija, que acabará confirmándose antes o después, tendrá un impacto en los resultados de quienes hayan invertido en ella. Ya que cuando aumentan los tipos de interés de las nuevas emisiones de renta fija, el precio de las emisiones anteriores tiende a reducirse.

Este fenómeno se ha vivido en los mercados en los que han empezado a subir los tipos. Evidentemente el efecto de bajada de precio de los bonos ha sido más acusado en quienes invirtieron en un único título de renta fija y vendieron antes de su vencimiento. Quienes, en cambio, invirtieron en fondos de inversión de renta fija notaron menos ese descenso por dos razones:

  1. Los fondos, por definición, tienen carteras muy diversificadas, con bonos de diferentes emisores públicos y privados, múltiples países, divisas y rentabilidades. Esto ayuda a reducir los riesgos y hacer más estable el cobro de cupones.
  2. La propia dinámica de los fondos hace que se roten las emisiones de renta fija y se incorporan nuevas a medida que entra dinero en el fondo. Este flujo de salida y entrada compensa la bajada del precio de los bonos con la incorporación de esas nuevas emisiones en la cartera, que sí se benefician del aumento de las rentabilidades.

Y a partir de ahora, ¿qué podemos esperar?  Básicamente, emisiones de renta fija que cuando se confirme la subida de tipos presentarán rentabilidades o cupones crecientes, y que serán una oportunidad para el ahorrador que busca recibir una renta periódica. Pero como siempre, la opción más recomendable será acceder a la renta fija a través de fondos. Si invertimos en un fondo aprovechamos su gran diversificación y  la adecuación constante de la cartera.

La renta fija sigue siendo una opción válida para la gestión del ahorro a medio plazo, especialmente para quienes buscan estabilidad e ingresos periódicos, un ámbito en el que siguen existiendo oportunidades. Pero diversificando y con el asesoramiento de un profesional. Un asesoramiento como el que ofrecen los 600 Consultores de Banca Personal de Banco Mediolanum, que están siempre a su disposición.

Vittorio Colussi

Consejero Delegado de Banco Mediolanum

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