Las empresas familiares suelen tener historias de éxito, pero muchas veces se enfrentan a retos enormes cuando llega el momento de
la transición generacional. Si no se planifica bien la sucesión, se pueden poner en riesgo la continuidad del negocio y su posicionamiento en el mercado. Por eso, contar con un plan de sucesión empresarial es clave para asegurarse de que todo siga funcionando sin sobresaltos cuando el líder actual decida dar un paso al costado.

¿Qué es un plan de sucesión empresarial familiar?

Un plan de sucesión es, básicamente, una hoja de ruta que organiza quién tomará las riendas del negocio familiar en el futuro. El objetivo principal es asegurarse de que el proceso de transición se haga de manera ordenada, pensando en todo: desde el reparto de responsabilidades entre los miembros de la familia hasta cómo se manejarán las relaciones con empleados, proveedores e inversores.

Lo más importante de este plan es que ayude a garantizar la continuidad del negocio. Según Eurostat, solo una de cada tres empresas familiares llega a la segunda generación, y las razones son muchas: falta de preparación del sucesor, conflictos familiares o pérdida de confianza de los stakeholders clave, como los clientes.

 Principales desafíos al planificar la sucesión familiar en la empresa

Cuando llega el momento de que el dueño o fundador de la empresa familiar se retire, a menudo surgen algunos problemas comunes que pueden complicar la transición:

  • No hay un miembro de la familia que quiera o pueda continuar con la empresa.
  • Existen conflictos entre los familiares que impiden una gestión compartida.
  • El sucesor elegido carece de experiencia o conocimientos suficientes para dirigir la empresa.
  • El proceso de sucesión de empresa se deja para el último minuto, lo que puede llevar a decisiones precipitadas.

Aunque no siempre es fácil evitar los primeros tres puntos, lo que sí se puede hacer es trabajar a tiempo en un plan de sucesión empresarial familiar para aumentar las probabilidades de éxito.

Pasos clave para un plan de sucesión familiar exitoso

A continuación, te contamos qué debes tener en cuenta al planificar la sucesión de tu empresa familiar:

  1. Planificación a largo plazo: hay que tener tiempo para pensar en todos los aspectos de la sucesión. No se trata solo de elegir a quién sucederá al líder actual, sino de revisar a fondo todos los elementos del negocio y la familia.‎
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  2. Anticiparse a los problemas: es fundamental evaluar los posibles contratiempos que puedan surgir durante la transición y tener preparadas soluciones para cada uno. La anticipación es clave.‎
  3. Analizar la situación fiscal de la empresa y de los socios: La normativa regula unos importantes beneficios fiscales para la empresa familiar. Es importante revisar la situación fiscal para asegurarse de que, llegado el momento, se cumplen con todos los requisitos para su aplicación.‎
  4. Implicar a todos los interesados: desde los miembros de la familia hasta los principales stakeholders o actores del negocio (empleados, inversores, proveedores), todos deben estar involucrados en el proceso, ya sea en mayor o en menor medida.‎
  5. Profesionalización de la gestión: los sucesores deben estar preparados. Si el sucesor es un miembro de la familia, debe recibir formación y ganar experiencia para estar listo para asumir el liderazgo. Si es necesario, se puede buscar talento fuera de la familia.‎
  6. Transición gradual: la sucesión no debe ser un cambio brusco. Es mejor que el proceso sea progresivo para que todas las partes se adapten y el negocio no sufra alteraciones inesperadas.‎
  7. Comunicación constante: para que la transición funcione, es crucial que todos los stakeholders estén al tanto de los cambios que se avecinan. Hay que mantener a todo el mundo informado de manera clara y honesta.

 El rol del gobierno corporativo en la sucesión

Aunque las empresas familiares suelen comenzar con la pasión y el esfuerzo de un solo emprendedor, a medida que crecen es necesario delegar en otros expertos para manejar áreas como finanzas, recursos humanos, relaciones con inversores y demás. Aquí es donde entra el concepto de gobierno corporativo, que establece reglas y procedimientos para asegurar una gestión eficiente y evitar conflictos de interés.

Cuando llegue el momento de la sucesión, el nuevo equipo directivo debería trabajar de la mano con el Consejo de Administración, que contará con otros miembros de la familia y también con ejecutivos experimentados en distintos campos profesionales, para tomar decisiones de manera más profesional, sin que los intereses familiares interfieran en ellas.

¿Cómo hacer un plan de sucesión efectivo?

No existe una fórmula mágica, ya que cada familia y cada empresa son únicas, pero sí hay pasos clave que puedes seguir para crear un plan sólido:

  1. Haz un análisis de la situación actual de la empresa: antes de pensar en el futuro, es esencial tener claro cómo está el negocio en el presente. Esto incluye revisar la situación financiera, administrativa y de recursos humanos, y la relación con los clientes y proveedores. Si es necesario, puedes contar con la ayuda de un experto externo para obtener una visión más objetiva. También hay que determinar quién quiere vincularse directamente en la gestión de la empresa familiar.

  2. Define el futuro de la empresa: piensa en lo que deseas para la empresa después de la sucesión. ¿Vas a buscar nuevos mercados? ¿Vas a cambiar la estrategia de recursos humanos? Define metas a largo plazo y asegúrate de que el sucesor esté alineado con esos objetivos.

  3. Selecciona a los posibles sucesores: habla con los miembros de la familia y evalúa sus intereses y capacidades, y quien quiere tomar las riendas del negocio. También puedes considerar traer talento de fuera de la familia si es necesario.

  4. Elabora el plan de sucesión: una vez que tengas claro cómo está la empresa, qué cambios necesitas hacer y quién tomará las riendas, empieza a diseñar el plan. Esto incluye establecer una transición en el gobierno de la empresa para que la compañía no se vea afectada hasta que se complete la llegada ejecutiva de la nueva directiva, definir los roles y las responsabilidades de cada directivo, y crear un cronograma con las fechas claves del proceso.

  5. Comunica el plan de sucesión: es fundamental que todos en la empresa (y los stakeholders externos) conozcan los cambios. La comunicación debe ser clara y ordenada, para evitar malentendidos y asegurar una transición lo más fluida posible. Si es posible, hay que elegir un único portavoz que se encargue de transmitir las claves del plan.

  6. Monitorea y actualiza el plan: la sucesión no termina cuando se nombra al sucesor. Es importante hacer un seguimiento de los objetivos a largo plazo y ajustar el plan según sea necesario, contando para ello con el asesoramiento de profesionales externos, como un Family Banker con experiencia, que nos ayuden a establecer metas realistas.

En resumen, planificar la sucesión de una empresa familiar es un proceso que requiere tiempo, anticipación y comunicación. Si se hace bien, puede garantizar que el legado del negocio continúe creciendo y prosperando. No dejes que la falta de preparación ponga en peligro el futuro de tu empresa; comienza a trabajar en tu plan de sucesión hoy mismo.

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