A lo largo de la historia, los sectores líderes en los mercados han ido variando según el momento económico de cada época. Ahora, el sector tecnológico que lideran Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet (Google) y Facebook domina las bolsas. Hace un siglo, lógicamente, no aparecían por ningún selectivo, al igual que otros sectores como el del cuidado de la salud o el de las telecomunicaciones.
Y es que el mundo ha ido evolucionando a través de cambios disruptivos. Algo que veremos si hacemos un repaso histórico de la bolsa estadounidense.
¿Qué nos puede enseñar la historia?
A lo largo del tiempo se van produciendo una serie de cambios estructurales que modifican completamente lo conocido hasta la fecha, nuevos negocios que abren nuevas oportunidades. En nuestros días, el desarrollo tecnológico actual está impulsando nuevos negocios e innovaciones que aumentan la conectividad.
En sus inicios en el siglo XVIII el sector financiero dominaba prácticamente los mercados. En la década de 1770 los bancos de la época lanzaban emisiones de acciones para capitalizarse y crecer. Eso llevó a pasar de tres entidades cotizando en bolsa a cerca de seiscientas en 1850.
“El inversor que busque sus objetivos a largo plazo debe ser lo suficientemente abierto para abrazar los cambios estructurales”
El boom ferroviario
El dominio bancario se fue desvaneciendo con el paso de los años en favor de las compañías de transporte, que fueron el verdadero motor de cambio del siglo XIX. En la década de 1850 el boom ferroviario fue de tales dimensiones que las líneas construidas se cuadruplicaron y en 1860 llegaron a más de 48.000 kilómetros. Y antes de la Primera Guerra Mundial superaban ya los 400.000 kilómetros. En la década de 1870 las compañías de transporte llegaron a suponer hasta el 70% del mercado estadounidense, pero en los siguientes años el sector fue perdiendo peso debido a una economía más diversificada.
Cambios con la Gran Guerra
Ya durante la Primera Guerra Mundial el sector de los transportes dejó de liderar la bolsa estadounidense y, a partir de 1925, su peso se redujo hasta llegar al 10% en favor del sector energético y de materiales.
A partir de ese momento se desarrolló la era del petróleo, que dominaría el mundo durante los siguientes sesenta años con objeto de satisfacer la demanda insaciable de combustible y gasolina necesarios para mantener la economía en funcionamiento y el uso de materias primas que servían como elementos para la producción de nuevos bienes, desde electrodomésticos hasta automóviles y aviones.
Finalmente, a partir de la década de 1980 se dan pasos para el surgimiento del sector de las nuevas tecnologías. Tras la caída del monopolio de telecomunicaciones que ostentaba Bell Systems, se abre la competencia y toman impulso las redes telefónicas que permitirían el auge de internet en la década de 1990. Todo ello motivó un cambio tecnológico: los ordenadores entraban en los hogares y Microsoft se convirtió en la empresa más valorada del mundo a finales del siglo XX.
“El mundo está experimentando cambios y no debemos verlos con recelo sino como oportunidades”
¿Cuál debe ser la actitud del inversor?
El inversor que busque sus objetivos a largo plazo debe ser lo suficientemente abierto para abrazar los cambios estructurales y apartarse de todo sesgo de anclaje que pueda nublar nuestro juicio por una opinión previa, algo que puede llevarnos a evitar que actualicemos nuestros planes como deberíamos. El mundo está experimentando cambios y no debemos verlos con recelo sino como oportunidades.
Es muy difícil calibrar qué empresas tendrán éxito mañana o por el contrario fracasarán, aquellos sectores que pertenecen al futuro y los que pasarán a formar parte del pasado. Por todo ello recordemos que, independientemente de nuestras valoraciones personales, el verdadero equilibrio se alcanza mediante una correcta diversificación que calibre los riesgos dispuestos a asumir y nos aporte tranquilidad.
Para lograr este objetivo, desde Banco Mediolanum aportamos la experiencia y profesionalidad de los Family Bankers. Los asesores financieros de la entidad acompañan al cliente en la planificación financiera según sus necesidades de ahorro e inversión y le proponen soluciones, aprovechando por ejemplo las características de los fondos de inversión, que, por su propia naturaleza, se adaptan constantemente a la evolución de las bolsas y la economía mundial para reflejar en cada momento su desarrollo. Porque las bolsas cambian, pero los buenos inversores se mantienen.
¿Que ventajas puede tener para mi abrir una cuenta corriente en Mediolanum ?
¿Que requisitos hay para que Mediolanum no cobre ninguna comisión ni para la cuenta, ni para las tarjetas, ni para sacar dinero mundialmente ?
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