¿A quién no le gustaría tener ahorro? Ese es un objetivo que se consigue a través de dos vías: la buena suerte o la buena gestión de las finanzas personales.
Los pertenecientes al primer grupo son quienes tienen la buena fortuna, nunca mejor dicho, de heredar un gran patrimonio. Sin embargo, la gran mayoría de personas entramos dentro del segundo grupo y llegamos al mundo “con lo puesto”. Por ello, para alcanzar esa meta, tenemos que trabajar en ella día tras día.
Cómo gestionar bien tu patrimonio para hacerlo crecer
Dado que nadie nace enseñado, es necesario tener en cuenta algunos aspectos importantes antes de lanzarse a tomar decisiones financieras que puedan poner en riesgo nuestro dinero.
“¿A quién no le gustaría tener ahorro? Te damos las claves”
¿Te gustaría ver crecer tus ahorros? Si no perteneces a los Rockefeller, quizás es momento de replantearte qué estás haciendo mal para conseguir tu objetivo ¡Toma nota de estas claves!
Diversificación de la inversión
Tanto si tienes un buen patrimonio como si deseas empezar a trabajar para tenerlo, la opción de diversificar tus inversiones es clave para aumentar las posibilidades de conseguir una mayor rentabilidad a largo plazo. Y no solo eso, diversificar aumenta tu seguridad, ya que, con este sistema, evitarás “poner todos los huevos en la misma cesta”, una cesta que puede romperse y provocar tu quiebra.
Ponte metas de ahorro
Antes de ponerse a diseñar un plan de inversión es necesario conocer tanto nuestras posibilidades de inversión como nuestros objetivos. Es importante tener los pies en el suelo y ponerse unas metas tangibles a corto, medio y largo plazo.
¡Cuidado con las emociones!
Es normal comenzar a invertir llevados de la mano de sentimientos como la euforia o el miedo. Esto es un error, porque estaremos jugando con nuestro dinero casi como si compráramos un número de lotería. Para evitar dar pasos en falso o tomar decisiones apresuradas, lo mejor es contar con un asesor financiero, un profesional de confianza que te acompaña en cada decisión.
No te fíes del “efecto retrovisor”
Algo muy habitual es hacer excesivo caso de los gurús de la inversión y dejarse llevar por el “efecto retrovisor”. Un hecho histórico o político puntual no asegura el éxito o el fracaso que tuviera uno parecido ocurrido en el pasado, es decir, las rentabilidades pasadas no son garantía de una rentabilidad futura.
Apóyate en un asesor financiero
Ser autodidacta está muy bien, pero, por muchos conocimientos que creamos tener sobre el tema, no debemos lanzarnos solos a la piscina de la inversión. Para acompañarnos a lo largo de nuestra vida financiera está la figura del asesor financiero, como el Family Banker de Banco Mediolanum, el profesional de las finanzas personales cercano y cualificado que, gracias a su proximidad disponibilidad y formación continua, es capaz de diseñar un plan de inversión a tu medida para que alcances tus metas.
