Las predicciones financieras de los expertosA menudo, los inversores están condicionados en la toma de decisiones de inversión por depositar una fe, fuera de toda racionalidad, en determinados analistas o firmas de análisis. Las predicciones tienen un componente de seducción innato, pues todo el mundo, y en especial si se trata de dinero, aspira a conocer cuáles serán los resultados del mañana para, en consecuencia, anticiparse en el presente y obtener resultados exitosos en sus decisiones.

Para el inversor de a pie es extremadamente difícil evadirse de toda la maquinaria informativa de los medios de comunicación, de la prensa de color salmón que asegura conocer cuáles serán los mejores valores de 2017. También están los informes o declaraciones de analistas extraordinariamente preparados que cuentan con un sólido apoyo de los recursos de las firmas de inversión. Pero hay que tener en cuenta que los expertos, a pesar de su condición, pueden equivocarse y mucho…

Las predicciones financieras erróneas más destacadas

Seguramente, la previsión más fatídica de toda la historia la protagonizó el prestigioso economista Irving Fisher, que destacó por sus investigaciones sobre la teoría del valor y los precios, y la naturaleza del capital y los ingresos. En el año 1929 Fisher pronosticó que el mercado bursátil estadounidense había alcanzado un nivel de “permanente sobrevaloración”. La ironía que se esconde detrás de este pronóstico es que se produjo el 16 de octubre de 1929, nueve días antes del crash bursátil que causó unas pérdidas de más del 80% en la bolsa de EE.UU.

“Los expertos, a pesar de su condición, pueden equivocarse y mucho…”

¡No hace falta irse tan lejos para encontrar previsiones que finalmente no tuvieron nada que ver con la realidad! A modo de ejemplo y en referencia a la bolsa europea, Goldman Sachs, que cuenta con uno de los equipos de análisis más desarrollados en la banca de inversión, vaticinó que en el año 2016 se produciría un estrechamiento en el diferencial de la bolsa italiana y la bolsa alemana. Pues si nos acercamos a la realidad de lo que sucedió en el ejercicio pasado, la bolsa alemana se anotó una subida del 6,9%, mientras que la italiana acentuó pérdidas de más de un 10%, arrastrada por la debilidad bancaria. Como resultado, no se produjo tal estrechamiento entre las bolsas… ¡sino todo lo contrario!

“¡No dejes en manos de la providencia tu estabilidad financiera! Descubre por qué…”

Otro de los grandes errores en el año 2016 se produjo tras el Brexit. Goldman Sachs, junto con otras casas de análisis como Barclays, recomendaron reducir la exposición en bolsa por el escenario de incertidumbre que se imponía tras el referéndum. En concreto, la recomendación de Goldman fue “Seguimos infraponderando las acciones en los próximos 3 meses pero permaneceremos neutrales durante 12 meses”.

Sin embargo, la realidad desmontó tales previsiones. Tras el Brexit, las bolsas marcaron mínimos y, en el mes de agosto, las bolsas no solo no habían caído, sino que recuperaron los niveles previos tras el Brexit y siguieron subiendo hasta finalizar el año. La bolsa europea, el EuroStoxx50, consiguió tras la fatídica sesión del 24 de junio anotarse una subida del 18,5% hasta el cierre de 2016. Una revalorización que muy probablemente no pudo ser aprovechada por algunos inversores “emocionales” que, por seguir las recomendaciones de las casas de análisis, salieron del mercado llevados por el pánico que generó el Brexit y vendieron en vez de aprovechar la subida el rally hasta el final de año, como sí hicieron aquellos de perfil “racional”.

¿Por qué no hay que dejarse llevar por las predicciones?

Como hemos podido comprobar, cuando las firmas de inversión recomiendan comprar o vender un determinado índice o valor hay que ser especialmente cauto, puesto que desconocemos cómo han llegado a tales conclusiones, o bien si existe algún conflicto de interés en el momento de efectuar una determinada recomendación. Como dato interesante y ejemplificador, durante el punto álgido de la burbuja punto.com, el porcentaje de recomendaciones de compra por parte de los analistas sobre Telefónica era del 91,18% sobre el total, el mayor porcentaje de toda la historia. Si los inversores hubieran seguido tales recomendaciones, en los siguientes dos años se hubieran resignado a una caída de hasta el 76%.

Queda demostrado que la fiabilidad de pronósticos es más bien reducida. La probabilidad de obtener unas estimaciones ajustadas a la realidad futura es una fábula. Por ello, el pequeño inversor no debería utilizar estas estimaciones como argumento fundamental para centrar su proyecto de inversión a largo plazo, o bien para incorporar o deshacerse de valores de su cartera de inversión. ¡No dejes en manos de la providencia tu estabilidad financiera!

 

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