Innovaciones radicales después de grandes crisisEl dicho “crisis es oportunidad” es mucho más que una frase popular, es una realidad que refleja la resistencia y la capacidad de salir adelante del ser humano, como se ha demostrado en varios periodos de la historia.Las crisis más impactantes de los últimos siglos han sido también etapas de creación e impulso de las revoluciones más importantes para el desarrollo económico y social. Esta vez no va a ser diferente. Los momentos de recesión y los desequilibrios han actuado como revulsivos y han sacado a la luz ingenio y creatividad al servicio del bien común.

Las innovaciones son producto de necesidades urgentes y momentos de ruptura. Hemos vivido momentos de crisis durísimos, pero a su vez estos han alumbrado algunos de los avances más relevantes de nuestra historia. 

¿Cuáles fueron las crisis más graves?

Podríamos remontarnos al origen de nuestra civilización para hablar de las crisis más duras, como fue, por ejemplo, la caída del Imperio Romano. Sin embargo, si nos centramos en el pasado reciente hay un episodio histórico que definió, más que ningún otro hasta la fecha, el devenir del ser humano: la Revolución Industrial.

¿Cómo surgió la Revolución Industrial? ¿Por qué en ese momento (s. XVIII) y en ese lugar (Inglaterra)? ¿Fue la respuesta a una crisis? Economistas e historiadores llevan décadas tratando de contestar a esta cuestión para subrayar las claves de invenciones e innovaciones como la máquina de vapor.

Del mismo modo, en los siglos XIX y XX también se han producido hallazgos y creaciones determinantes para el futuro, como las telecomunicaciones e internet. ¿Cuál es el fino hilo conductor que une todo este progreso? Graves crisis y reacciones creativas a los problemas más acuciantes.

La elevada competencia y las guerras entre las metrópolis imperiales en los siglos XVIII y XIX, las hambrunas, la crisis provocada por las dos guerras mundiales, la crisis del petróleo en los setenta y las duras crisis económicas en los ochenta, así como la globalización y la reciente crisis del covid-19 han tenido mucho que ver con el progreso científico, tecnológico y económico de la humanidad.

1. Consecuencias de la Revolución industrial tras guerras y hambrunas

La Revolución Industrial se inició en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII y ha sido, probablemente, el evento más decisivo de la historia reciente de la humanidad. Su desarrollo fue resultado de un compendio de factores entre los que se encuentran los bajos tipos de interés (dinero accesible para invertir en tecnología), abundantes reservas de carbón barato, el elevado coste de la mano de obra con relación al coste de capital y energía (lo que incentivó la mecanización) y otros elementos culturales.

Sin embargo, el estallido de la primera Revolución Industrial (y las posteriores) llevaba años cocinándose. La expansión del Imperio Británico y el éxito del comercio internacional, la competencia entre imperios europeos, el aumento de población, las guerras, las hambrunas y la escasez de recursos que prometía un apocalipsis malthusiano fueron factores clave que iban operando desde el siglo XVI. 

2. 1973: hacia unas nuevas energías

La conocida como crisis del petróleo ha sido mucho más reciente, pero también funcionó como primer revulsivo frente a las energías fósiles y supuso el inicio de otra gran revolución, la energética. Por primera vez entendimos que el petróleo no era inagotable y que sus efectos no siempre eran positivos.

“Las crisis más impactantes de los últimos siglos han sido también etapas de creación e impulso para el desarrollo económico y social.”

La crisis de 1973 supuso el pistoletazo de salida de otras fuentes de energía, como las energías renovables. La dependencia económica mundial de los países productores de petróleo sigue siendo muy alta, pero las recesiones provocadas por el aumento del precio de la energía fósil desde los años setenta y el enorme desafío que supone el cambio climático han sido elementos clave para avanzar en dirección a las energías renovables. 

La promoción de energías alternativas a los combustibles fósiles empezó hace décadas, pero las innovaciones siguen marcando el camino son producto de las crisis económicas de los setenta y ochenta y de la crisis climática que nos acecha. La meta está puesta en el desarrollo sostenible que permita un crecimiento económico sostenido, una buena calidad de vida y el respeto a la naturaleza y el clima.

3. Años ochenta y la revolución de las telecomunicaciones

La comunicación a distancia instantánea es otra de las revoluciones más destacadas del siglo XX, que nos permite comunicarnos sin esfuerzo y en tiempo real con casi cualquier punto del globo y cuyo desarrollo vino impulsado por numerosas crisis.

Desde la aparición masiva del teléfono en el primer tercio de siglo hasta el posterior desarrollo de los teléfonos inalámbricos para el ejército en los sesenta, fue en la década de los ochenta cuando aparece por primera vez el ordenador portátil.

De nuevo, los conflictos bélicos y la crisis son el origen de una solución ideal para científicos y militares que necesitaban transportar toda la información de un lugar a otro. El Osborne 1 se considera el primer portátil lanzado al mercado y se lanzó en 1981 (¡pesaba más de 11 kg!). 

4. Años noventa y la aparición de internet

En el contexto de la Guerra Fría, Estados Unidos lanza la agencia ARPA (Advanced Research Projects Agency), vinculada al Departamento de Defensa para responder al desafío tecnológico y militar que suponía la rivalidad norteamericana con la URSS.

“La crisis de 1973 supuso el pistoletazo de salida de otras fuentes de energía, como las energías renovables.”

Esta agencia sentó las bases de lo que hoy conocemos como internet. A lo largo de los ochenta el Departamento de Defensa de los Estados Unidos decidió usar el protocolo TCP/IP en su red ARPANET. A finales de esa década y principios de los noventa se promovió el protocolo de transferencia de hipertextos que llevó al nacimiento de la World Wide Web.

La década de los 90 fue la década de las tres W. WWW se expandió de manera extraordinaria dando lugar a un ecosistema bastante parecido a lo que tenemos hoy en día dentro del dominio de “la red de redes”.

5. La digitalización post-covid

Contactos personales y profesionales, correos electrónicos, e-commerce, redes sociales… El mundo digital no ha dejado de crecer y desarrollarse, pero ha sido el estallido de la pandemia de coronavirus de marzo de 2020 a nivel mundial lo que ha favorecido definitivamente la expansión masiva de la digitalización.

Hoy ya podemos hablar propiamente de economía digital. El desarrollo de tecnologías habilitadoras como el 5G y la inteligencia artificial, unido a nuestra necesidad de continuar conectados en momentos tan críticos como una pandemia mundial, han llevado a la aparición de una nueva era digital.

A lo largo de la historia, el ser humano ha respondido a las crisis con creatividad, innovación y determinación, dando lugar a nuevas soluciones y un futuro próspero; y esta vez no va a ser diferente. 

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