¿Listo para tu road trip navideño? ¿Vas a coger un avión para pasar el fin de año en la playa? ¿O vas al pueblo de tu familia a pasar unos días? Si vas a viajar durante estas fechas, la tarjeta de crédito o débito va a ser una de tus mejores amigas. Sobre todo si sales de Europa, ya que son sinónimo de garantía de pago para muchos establecimientos y ofrecen una gran comodidad y seguridad para los usuarios, al no hacernos depender del dinero físico.
Además de ser necesarias para realizar ciertos pagos o retirar efectivo, las tarjetas de crédito cuentan con otras ventajas, aunque muchos clientes las desconocen o no se acuerdan de ellas hasta que tienen que ir a otro país. ¿Quieres saber cuáles son y por qué te ayudarán en tu viaje? ¡Presta mucha atención!
1. Alquilar un coche
Cuando se hace una reserva de un coche de alquiler o de un viaje, se pide muchas veces al cliente que aporte este tipo de tarjetas. Si no se paga la compra en el momento de la contratación, normalmente se solicita una tarjeta de crédito en la operación, para lo que no son válidas las tarjetas de débito ni las tarjetas virtuales.
Gracias a las tarjetas de crédito, estas empresas se aseguran poder retener el dinero en caso de insolvencia por parte del cliente que alquila el vehículo. Este bloqueo de dinero no es lo mismo que un cargo en la tarjeta porque no genera intereses.
2. Pagar un hotel
Al igual que en las empresas de alquiler de vehículos, algunas compañías hoteleras piden a los clientes hacer la reserva de las habitaciones con una tarjeta de crédito. En este caso, el hotel puede retener el dinero del cliente para asegurarse de que este no va a cancelar a posteriori, ya que la cancelación puede conllevar una penalización económica.
En Estados Unidos es bastante habitual esta práctica. El hotel podrá realizar el cargo correspondiente al cliente, aunque este no acuda, así como asegurarse el pago de los diferentes servicios consumidos. Esto no sería posible con una tarjeta de débito, ya que en esta no hay línea de crédito y solo se pueden realizar cargos directos contra el saldo de una cuenta.
3. Pagar los billetes de avión
A la hora de comprar los billetes de avión hay aerolíneas que solo aceptan tarjetas de crédito. Si son vuelos nacionales y de poco importe se pueden pagar con la tarjeta de débito, pero si el precio del vuelo supera los 400 euros o el destino es internacional, como puede ser México, Estados Unidos o Tailandia, la mayoría de las compañías exigen una tarjeta de crédito para poder realizar la compra.
Si la tarjeta es española y se quiere comprar un billete de avión en una compañía extranjera es muy posible que la operación de compra no se pueda llevar a cabo con una tarjeta de débito.
4. Fraccionar tus compras
Uno de los servicios adicionales que ofrecen las tarjetas de crédito es la posibilidad de pagar cómodamente nuestras compras. El servicio de compra fácil es una opción estupenda ante cualquier imprevisto o gasto extra. Con esta opción, el usuario de la tarjeta puede hacer una compra o varias, pagando pequeñas cuotas durante los meses siguientes.
Sin duda, viene genial contar con este “salvavidas” cuando se está en el extranjero ante cualquier gasto inesperado o compra de última hora.
5. Retirar efectivo
Normalmente, nadie se va a un país extranjero sin llevar divisa local en efectivo. Sin embargo, por el riesgo que supone llevar mucho dinero encima, lo mejor es ir acompañado de la tarjeta para evitar males mayores.
Algunas entidades bancarias dan la opción de sacar dinero sin comisiones fuera de España, como es el caso de las tarjetas de Banco Mediolanum, que ofrecen 52 retiradas a débito gratuitas al año en todo el mundo. Esto facilita muchísimo la movilidad y, además, minimiza el gasto, haciendo que se pueda controlar más el presupuesto destinado al viaje.
¿Has visto? Tu tarjeta de crédito es tu gran aliada, un gran copiloto. ¡Llévatela de viaje y disfruta de la Navidad allí donde vayas!
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