Según el economista y académico Niklas Arvidsson, Suecia será el primer país del mundo en dejar de usar el dinero en metálico. Un estudio del Real Instituto de Tecnología (KTH, por sus siglas en sueco) de Estocolmo asegura que los suecos, y posteriormente los daneses, serán los primeros ciudadanos del mundo en realizar el 100% de sus transacciones económicas cotidianas por métodos telemáticos, que incluyen las tarjetas de crédito y débito y otros medios de pago a través de las nuevas tecnologías. Aún así, el 41% de los suecos, abunda el informe, prefiere el efectivo para transacciones inferiores a las 100 coronas (unos 12 euros) y hasta un 7% de los miembros de la principal organización de jubilados del país nórdico no utiliza nunca tarjetas de crédito o débito. El cambio será a medio plazo, ya que supone un auténtico cambio generacional. Pero el pago con tarjetas y otros dispositivos se irá imponiendo en nuestra vida cotidiana en apenas unos años. ¿Quién lo habría imaginado?
Vivir sin efectivo es posible
“El pago con tarjetas y otros dispositivos se irá imponiendo en nuestra vida cotidiana en apenas unos años”
La imagen de carteras abultadas repletas de billetes y bolsillos con monedas tintineando al compás de nuestros pasos con sonidos metálicos está en vías de extinción. La aplicación de las nuevas tecnologías al pago de bienes y servicios de ámbito cotidiano ya empieza a ser una realidad, también en España. La implantación de nuevos métodos de pago, como Apple Pay y otros modelos digitales que ya están muy extendidos en el mercado estadounidense y que, poco a poco, llegan a Europa, va poniendo de manifiesto una tendencia que ya se ve en nuestro país a través de los hábitos de consumo mediante tarjetas. Como ejemplo, valgan las previsiones de comercio electrónico para 2015, que se estiman en unos 11.000 millones de euros, con un crecimiento del 18% con respecto al año anterior.
Los españoles cada vez pagan más con tarjetas de crédito o débito
Los datos del Banco de España reflejan este cambio de “cultura económica” que se ha producido en la última década. Las operaciones con tarjetas crecieron más de un 150% entre 2002 y 2014, alcanzando un total de 2.500 millones de operaciones el pasado ejercicio mientras que las extracciones de efectivo en cajeros se han estancado, con un crecimiento acumulado de un 0,7% en el mismo periodo. Las operaciones de extracción también se han mantenido en torno a las 905.000 al año. Y es que utilizar la tarjeta para realizar los pagos cotidianos tiene varias ventajas que hay que tener muy en cuenta, aun más en un momento en el que se extiende el número de servicios que pueden pagarse con este tipo de dispositivos (como el taxi o los pequeños gastos).
¿Qué ventajas tiene pagar con tarjeta de crédito o de débito?
“Las operaciones con tarjetas crecieron más de un 150% entre 2002 y 2014”
La primera ventaja es obvia y tiene que ver con la comodidad de no llevar efectivo (y es más seguro en caso de robo, por ejemplo). Las transacciones a través de la tarjeta son rápidas y, sobre todo, muy seguras. Lo único que se precisa es tener una cuenta corriente, dado que los trámites para acceder a este medio de pago son muy sencillos.
El otro gran punto a favor es la posibilidad de controlar al detalle todos los gastos a través de los resúmenes de cuenta, internet o acudiendo a cualquier cajero automático. En el caso de las tarjetas de crédito, el “dinero de plástico”, estas ofrecen la ventaja de poder fraccionar el pago en cuotas más cómodas (aunque se debe prestar atención a las condiciones, para evitar sorpresas con las comisiones e intereses).
Además, el usuario puede llegar a beneficiarse de interesantes políticas y promociones de descuento en los comercios al pagar con ellas; además, las tarjetas ofrecen la tranquilidad de estar vinculadas a unos seguros de muchos tipos que cubren su sustracción. ¡Su uso es infinitamente más seguro que llevar encima grandes cantidades de efectivo! Por último, la única llave para realizar compras a través de la red (ese comercio electrónico del que hablábamos con anterioridad) es mediante las tarjetas de débito y crédito.
Los mendigos lo tendran dificil para pedir limosna
Después de vivir más de 30 años en Alemania, encuentro que pagar allí con tarjeta de crédito, exceptuando hoteles y gasolineras, es casi imposible. Casi en ningún sitio las aceptan, ni siquiera en restaurantes, o en muy pocos. Acabo de reservar mi viaje de vacaciones de Navidad en una agencia alemana y si pagara con tarjeta de crédito me cobrarian 1,6 por ciento del total de viaje.
Y los defraudadores lo tendrán mas dificil
Y a l@s muchach@s de 10 – 16 años que les das unos euros para la merienda del cole o instituto o para que vayan al cine o a comer una pizza el fin de semana con los amigos, qué pasa? Les das la tarjeta de crédito también??? No lo veo en absoluto nada práctico.
otros lo tendrá difícil para escaquear el IVA …
Supongo que se puede obtener casi todas las ventajas dejando durante un tiempo una forma de pequeña moneda para algunas transacciones. Creo que si quitasen de circulación todos los billetes salvo los de 5 y 10 Euros, la incomodidad haría que la gente pasase voluntariamente a utilizar los otros medios y la transición vendría de forma natural.