Cuando un ahorrador ha decidido cuánto invertir y conoce su perfil de riesgo, llega la hora de tomar posiciones en el mercado. Una forma interesante de hacerlo es a través de los fondos de inversión. ¡Pero en Europa hay 34.000 opciones y no es fácil elegir un fondo de inversión con una buena rentabilidad! La primera tentación, sin la ayuda de un profesional, es comprar los mejores fondos en los últimos años. Sin embargo, las estadísticas muestran que esta tentación puede convertirse en un pecado que nos cueste dinero, porque una premisa básica para todo inversor debe ser que las rentabilidades pasadas no aseguran las futuras.
El fútbol y el mercado son así
En realidad, es algo que se puede aplicar a muchos ámbitos de la vida… Un buen ejemplo de ello es el fútbol. Hace poco más de un año, a finales de 2014, el Real Madrid había ganado 3-1 al FC Barcelona, lideraba la Liga, ganó el Mundial de Clubes y Cristiano Ronaldo se alzó con el Balón de Oro. En Barcelona, todo eran dudas en torno al Barça, sobre Luis Enrique e incluso con relación a un Messi que estaba lejos de su mejor nivel.
“La clave no es estudiar solo los últimos resultados de un gestor, sino su forma de trabajar”
Meses después, el FC Barcelona conquistó la Liga, la Copa y la Champions. Y esta temporada es favorito para ganar todos los títulos que disputa, Luis Enrique se ha llevado el premio a mejor entrenador del año 2015 y Messi ha sumado su quinto Balón de Oro. Por su parte, Carlo Ancelotti pasó de ser el entrenador que ganó la ‘Décima’ para el Madrid, a no alcanzar los objetivos deseados y ser despedido. ¡Menudo giro de los acontecimientos!
Los entrenadores de fútbol saben bien que de un año a otro (o incluso en meses o en semanas) pueden pasar de ser muy queridos y recibir premios, a ser cuestionados o incluso despedidos. Con los gestores de fondos de inversión sucede algo parecido. Pueden pasar en poco tiempo de ser los mejores fondos de inversión, o al menos los que obtienen mayor rentabilidad, a ser superados por la mayoría de competidores.
¿Dónde reside la fiabilidad de un gestor financiero?
Por eso, la clave no es estudiar solo los últimos resultados de un gestor, sino su forma de trabajar. Por ejemplo, MAML (la gestora irlandesa de Grupo Mediolanum), para seleccionar los fondos de inversión que forman parte de Mediolanum My World, tiene en cuenta el equipo de gestión (experiencia en inversión, estabilidad de la sociedad matriz…) y el proceso (análisis detallado de la filosofía de inversión).
Así se puede evitar caer en el error de esperar a que ocurra algo en el futuro porque ha sucedido en el pasado. Esto se conoce como ‘efecto retrovisor’, muy presente y temido en el mercado.
Hay que tener en cuenta que el rendimiento de un fondo puede verse afectado, por ejemplo, por decisiones o situaciones imprevisibles en una empresa. Nadie podía esperar que Google decidiera crear una compañía matriz, Alphabet, lo que fue muy bien acogido por los inversores y contribuyó a que el valor se disparara más de un 47% en bolsa durante el pasado año. Por el contrario, nadie podía saber por anticipado que Volkswagen, el mayor fabricante de vehículos de Europa, llevaría a cabo un fraude en las emisiones de gases contaminantes en varios millones de vehículos fabricados y las acciones terminarían desplomándose un 30% entre julio y diciembre el pasado año.
En los fondos de inversión las estadísticas no son infalibles
Este tipo de situaciones se pueden dar continuamente en el mercado, y si afectan a las posiciones importantes de un fondo, impactan también en su rentabilidad para bien o para mal, sin que necesariamente esto implique un acierto o un error del equipo gestor producido por su metodología para tomar decisiones.
“Al invertir tenemos que evitar caer en el error de esperar a que ocurra algo en el futuro porque ha sucedido en el pasado”
Los análisis de Banco Mediolanum ahondan más en esta idea. Al tomar como ejemplo los fondos de inversión de renta variable estadounidense entre los años 2004 y 2008 y dividir el espectro en cuatro partes iguales de menor a mayor rentabilidad (cuartiles), observamos que el 70% de los productos que estaba en el cuartil más ‘exitoso’ en el periodo no conseguía mantenerse en la ‘élite’ entre 2008 y 2011.
Es decir, si un inversor hubiera basado su toma de decisiones en el año 2008 en la rentabilidad pasada, hubiera tenido un 70% de probabilidades de no elegir un fondo que se situara entre los mejores de su categoría. ¡Hubiera caído en el error del efecto retrovisor!
También ocurre lo contrario. El 60% de los fondos que se situó en el cuartil con rendimientos más bajos entre 2004 y 2008 escaló posiciones en el siguiente periodo del análisis hasta encontrarse en el primer o en el segundo cuartil.
Lo anterior demuestra que si las estadísticas pasadas sirven para algo es para saber que no hay que fiarse de ellas como único instrumento de selección. ¿Qué podemos hacer entonces? Con un universo tan grande y variado podemos arriesgarnos a sufrir el efecto retrovisor. Pero si tenemos a nuestro lado a un profesional que nos ayude a tomar las decisiones financieras que más se adecuen a nuestras necesidades, como los Family Bankers de Banco Mediolanum, podremos actuar de una forma más flexible ante los imprevistos del mercado.