¿Ya pasó lo peor? Algunos datos para confiar en el inicio de la recuperación económica

Las previsiones de crecimiento del PIB español para 2015 se elevan hasta el 3,2% (con estimaciones del 2,7% para 2016); según los principales analistas e instituciones económicas, España liderará las cifras de incremento del Producto Interior Bruto en Europa durante este ejercicio duplicando las previsiones de crecimiento de otras economías de la zona euro como es el caso de Francia o multiplicando por cuatro la subida de Italia. Recuperación: esa es la palabra mágica de la que todos hablan. La macroeconomía volvió a los números positivos el año pasado (el 1,3% en 2014) confirmando la máxima económica de que, con el tiempo, las aguas vuelven a su cauce y se recuperar la senda del crecimiento. Pero ¿hay señales que apoyen que estamos en vías de recuperación más allá de los datos macroeconómicos? Las hay. Aún son débiles, pero todos los indicadores señalan que el ciclo ha cambiado de tendencia y que la economía vuelve a recuperar su tono natural: esto es, la senda del crecimiento.

“El índice de confianza de los inversores españoles alcanzó, en julio, su nivel más alto de los últimos ocho años”

Uno de los indicadores más claros tiene que ver con el consumo, una variable que se vincula de manera directa con otros dos aspectos fundamentales: la capacidad de gasto y la confianza. Según los datos, el consumo privado viene subiendo en España desde inicios de 2015 y la demanda interna ha logrado superar a las exportaciones como motor real del crecimiento económico. Ya en el cuatro trimestre de 2014, el consumo privado de las familias creció un 3,4% con respecto al trimestre anterior según datos del INE. Además, el 2015 se estrenó con un incremento notable en el número de matriculaciones de vehículos. En enero la cifra ascendió a 68.118 matriculaciones, un 27,5% más que en el mismo mes de 2014.

Este remonte del consumo se ve reforzado por el aumento de la inversión y, también, por el incremento del acceso al crédito por parte de las empresas y las familias. En los primeros seis meses de 2015, informaba Cinco Días, el nuevo crédito para vivienda ha subido un 21% y el del consumo, un 17%. Y todo esto se traduce en un aumento de la confianza en el futuro. El índice de confianza de los inversores españoles alcanzó, en julio, su nivel más alto de los últimos ocho años, aunque aún consideran que tardaremos entre dos y tres años en salir totalmente de la crisis.

“No hemos salido de la crisis pero hay síntomas que ponen de manifiesto la reactivación de la actividad económica”

Otros indicadores clave que apuntalan esta sensación de confianza moderada en el futuro más inmediato es el incremento en el número de nuevas hipotecas firmadas y el hecho de que los españoles han vuelto a viajar. No hemos salido de la crisis; pero todos estos síntomas, que a la postre ponen de manifiesto la reactivación de la actividad económica, se encuadran en lo que los economistas identifican como etapa de recuperación; esto es, la fase del ciclo económico que se caracteriza por una reanimación paulatina de todas las actividades económicas. Esto debería traducirse en la creación de empleo. La OCDE asegura que, entre 2015 y 2016, el país creará un millón de puestos de trabajo, aunque las cifras de desempleo aún serán muy altas y quedarán muy por encima de las previsiones mínimas del conjunto de la UE (el 19,7 frente al 10,3%). Este seguirá siendo el principal problema de la economía española durante los próximos años.

¿Algún dato más? Uno que, ni mucho menos, es menor. El Índice de Precios de Consumo (IPC) volvió a crecer en junio de 2015 después de once meses de caída continuada. La subida de los precios es consecuencia del aumento de la demanda vía consumo y está estrechamente vinculada a la reactivación de la actividad económica. Aún falta bastante para decir que hemos dejado atrás la crisis, pero ya hay síntomas de recuperación.

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