Si los clientes son los jefes, entonces es una orden: asesórales. En mitad de una crisis que se parece más a una plaga bíblica, nos están pidiendo lo que el entorno y los mercados financieros no les ofrecen. Y eso quiere decir que necesitan confianza, profesionalidad y serenidad, claridad de ideas, oferta personalizada y absoluta transparencia.
Necesitan, en definitiva, buenos asesores financieros. Todos los que puedan encontrar. A veces, en España se confunde el asesoramiento con la intermediación financiera tradicional, algo que suena a aburrido debate técnico… hasta que te encuentras en medio de una crisis fabulosa.
Intermediación no es asesoramiento financiero
Intermediación es que, con las bolsas en plena montaña rusa y las cifras de desempleo disparadas, la oferta de productos siga siendo la misma para todos, sin necesidad de tener en cuenta las características de cada uno.
“Asesoramiento es planificación de acuerdo a tus necesidades y objetivos vitales”
Asesoramiento financiero es que te llame (de nuevo) un profesional de las finanzas que se ha ganado tu confianza te explica cómo te afecta lo que está pasando y te tranquiliza recordándote que tus ahorros e inversiones están protegidos con la planificación que realizasteis en su día de acuerdo con tus necesidades y objetivos vitales.
Según un sondeo de la consultora Qualtrics, los cuatro principales motivos por los que escogemos a un asesor financiero son la confianza que nos inspira, su éxito asesorando inversiones, el servicio personalizado y la buena atención al cliente. Los profesionales que puntúan bien en esas cuatro categorías han multiplicado su importancia desde el pasado mes de marzo.
Necesitamos, más que nunca, soluciones concretas para problemas concretos y urgentes… y se las pediremos a alguien que pueda asesorarnos bien. Las necesidades de cada generación Los que buscan una respuesta específica para sus problemas financieros se están frustrando cada vez más con la banca tradicional.
Las necesidades de cada generación
Según la American Bankers Association, en 2025 los clientes bancarios pertenecerán a varias generaciones distintas con objetivos y formas muy diferentes de ver la inversión y el ahorro. Los menores de cuarenta años, generalmente, no comparten las mismas experiencias de estabilidad económica y aspiraciones de propiedad que el resto, y tampoco se comunican de la misma manera.
Los profesionales mejor posicionados para ofrecer un servicio personalizado a estos colectivos son los asesores financieros. ¿También a los millennials? Sí, también a los millennials.
“El 60% de los millennials quiere que les den herramientas para tomar mejores decisiones, es decir, asesoramiento”
Aunque lo que suele destacarse de ellos es su pasión digital, la realidad es que, como muestra un sondeo del Instituto Santa Lucía, sus dos principales prioridades financieras son comprar una casa y planificar la jubilación.
Según otro sondeo de Accenture, casi el 60% de ellos espera que no se limiten a venderles productos de ahorro e inversión. Quieren que les den herramientas –formación- para tomar mejores decisiones. Como en las generaciones precedentes a ellos, demandan -exigen- asesoramiento.