En plena campaña de planes de pensiones conviene recordar algunas verdades sobre estos servicios de ahorro. Así el ahorrador sabe qué debe tener en cuenta al escoger la opción que más le conviene para preparar su jubilación.
- Cuanto más joven, mejor. Lo óptimo es empezar antes de los 30 años, de forma que podamos lograr nuestro objetivo con menor esfuerzo económico aprovechando el interés compuesto. Cuanto más tarde empiece el ahorrador, más necesitará aportar para tener la misma cantidad ahorrada al jubilarse.
- Los planes de pensiones pagan impuestos pero lo hacen al final, cuando el ahorrador se jubila y lo rescata. Durante el tiempo en que se aporta, es posible rebajar la factura fiscal.
- Tener un plan de pensiones no basta. Es necesario aportar regularmente y actualizar tales aportaciones en función de los objetivos.
- Los planes de pensiones no son la única opción. Existen otros productos que pueden ayudarnos a ahorrar para la jubilación, como los PIAS (Planes Individuales de Ahorro Sistemático). Lo mejor es consultar a un profesional, para combinarlos y aprovechar sus características complementarias.
- Los planes de renta fija o planes garantizados no son necesariamente la opción “más segura” de ahorro para la jubilación. Hay que buscar alternativas que a largo plazo consigan superar la inflación. Cuando se ahorra para la jubilación hay que tener muy en cuenta este factor porque amenaza el poder adquisitivo del ahorro año tras año. Y como el horizonte temporal de la jubilación es lejano los planes de renta variable pueden ser la opción más adecuada.
- La iliquidez de los planes de pensiones es una gran ventaja. El ahorrador no puede disponer del dinero aportado hasta que se jubile salvo en las excepciones contempladas por la normativa. Esto evita la tentación de gastar ese dinero en otras cosas y le permite mantener el objetivo del plan: preparar la jubilación.
- Un plan de pensiones no sirve para renovar las sartenes. Tenemos que decidir en función de nuestras necesidades, objetivos y características y no atendiendo a regalos o bonificaciones por traspaso de fondos. Son incentivos que las campañas de comercialización de los planes de pensiones suelen incluir y que hay que evitar utilizar como criterio para elegir el plan que mejor se adapta a nuestras necesidades.
La jubilación no es un juego ya que de cómo la preparemos dependerá el nivel de vida con el que la disfrutaremos. Por esto es importante que contemos con el apoyo de un asesor financiero para planificarla correctamente.
Fuente de la imagen: canstarblue
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