Pasamos horas delante del ordenador organizando nuestras vacaciones, eligiendo qué articulo queremos comprar en Internet, por no hablar del tiempo que invertimos a diario en nuestras redes sociales.
¿Y nuestras finanzas? ¿Cómo invertimos nuestros ahorros? Aunque parezca insólito, no hace falta que estés pendiente del mercado si cuentas con una buena planificación y un buen asesor financiero. Es más, aunque que sorprenda, a veces lo mejor es no hacer nada. Enseguida te lo explicamos.
“El índice MSCI World ha experimentado una revalorización del 227% entre 2009 y 2019”
Más de una vez y de dos nos han dicho que, para intentar rentabilizar nuestros ahorros, lo mejor es planificarlos a largo plazo. Si mantenemos la calma, si somos pacientes, si sabemos cómo poner a trabajar nuestro dinero, alcanzaremos nuestros objetivos en caso de haber trazado una estrategia inicial que también tenga en cuenta los compromisos del día a día.
No todos somos Peter Lynch
¿Se puede fracasar con el mejor fondo de la historia? Sí, es posible. Y así lo vivieron muchos ahorradores con el mejor producto de inversión del siglo XX, el fondo de inversión Magellan de Peter Lynch, que obtuvo una rentabilidad anual del 29,1% durante un periodo de 13 años (desde 1977 hasta 1990). ¿Qué les pasó entonces? Simplemente se dejaron llevar por el pánico en un producto que por su propia naturaleza era volátil. Esas oscilaciones hicieron que muchos no mantuvieran la cabeza fría y salieran del mercado perdiendo los beneficios que habrían obtenido si se hubieran estado quietos. Una vez más, ¡sin hacer absolutamente nada!
El ejemplo del fondo de Peter Lynch es, sin duda, uno de esos casos que recordamos una y otra vez. Pero, más allá de este episodio, la renta variable ha sido el activo que, históricamente, ha proporcionado mayor rentabilidad a largo plazo. Hay otros activos como la renta fija —corporativa o soberana—, los depósitos a plazo, etc. Pero la renta variable ha demostrado ser la mejor opción para combatir la inflación que se come nuestra capacidad de compra.
¿Qué ha pasado en la bolsa mundial los últimos 10 años?
Si somos fieles a nuestra estrategia, las coyunturas a corto plazo no nos impedirán recoger los frutos al cabo de un periodo de al menos diez años. De hecho, para entender esta evolución, incluso en aquellos momentos en que el mercado cae, debemos estar atentos a lo que ha pasado en la bolsa mundial en la última década tomando como referencia el MSCI World Index en euros.
Como se puede apreciar en el siguiente gráfico, este índice ha experimentado una revalorización del 227% entre 2009 y 2019. Un resultado muy atractivo pese a los vaivenes lógicos del mercado.
Las correcciones son inevitables y suelen estar en torno al 10%. Incluso en el periodo analizado, hemos visto algunas caídas en torno al 20% en los últimos diez años. Por ejemplo, en 2011 la bolsa global experimentó un retroceso del 20%; en el año 2015 cayó hasta el 22% y, más recientemente, en 2018, vimos cómo de octubre a diciembre, la bolsa vivió una caída del 17%.
El valor del asesor profesional
Siempre hay noticias ruidosas que pueden afectar a los mercados. De hecho, hemos tenido cracks como el del 29, ataques terroristas como el 11-S o crisis mundiales como la que generó en la economía mundial la quiebra de Lehman Brothers. El mercado se sobrepone a estas coyunturas. Puede existir la tentación de abandonar el barco, pero la inversión en renta variable a largo plazo ha sido la óptima desde el punto de la historia.
“Si somos fieles a nuestra estrategia, las coyunturas a corto plazo no nos impedirán recoger los frutos al cabo de un periodo de al menos diez años”
Evitar esos obstáculos, muchas veces trampas mentales, es más sencillo cuando se va de la mano de profesionales de las finanzas formados, como los Family Bankers, los asesores financieros de Banco Mediolanum. Esto nos ayudará a calmarnos en tiempos de marejada y nos permitirá convertir las bajadas en oportunidades de inversión. Todo a través de una planificación coherente con lo que somos y con lo queremos.
Una vez más, y aunque parezca extraño, muchas veces lo mejor es no hacer nada. La paciencia (y una buena estrategia) tiene premio.
