Según las 9 personalidades del Eneagrama
Más de una vez nos hemos preguntado cómo somos realmente, por qué somos así o qué queremos llegar a ser. Cuando hablamos de nuestra relación con el dinero, encontramos distintos perfiles en función de la personalidad del ahorrador. De forma general, tal y como apunta la terapeuta Mar Cuellas, existen dos tendencias: los previsores, “que se mueven por miedo” y por eso ahorran, y aquellos que “se guían por la avaricia y son capaces de acumular mucho y gastar poco”.
La reacción que tenemos frente a las cuestiones que afectan al bolsillo es un rasgo más de nuestro carácter, el cual queda recogido en los 9 estilos de personalidad del llamado Eneagrama. Se trata de una herramienta de la psicología que ya conocían los antiguos griegos y que popularizó el psicólogo boliviano Óscar Ichazo a comienzos de los años cincuenta. Veinte años después, un alumno suyo, el psiquiatra chileno Claudio Naranjo, popularizó el modelo en Estados Unidos, a través de la universidad californiana de Berkeley.
Nueve personalidades distintas
El Eneagrama describe a nueve eneatipos —enea significa “nueve” en griego—. Nueve puntos de vista distintos, con habilidades diferentes.
Nueve líneas que definen nuestras virtudes y defectos, y la manera particular de enfocar los problemas, de expresarse, de relacionarse con los demás o, directamente, cómo es nuestra relación con el dinero.
Hoy en día, la clasificación del Eneagrama se utiliza en estrategias de crecimiento personal y psicoterapia.
“La reacción que tenemos frente a las cuestiones que afectan al bolsillo es un rasgo más de nuestro carácter, ¡descubre el tuyo!”
Y no es casualidad que también la usen empresas como IBM, Google, Sony, General Electric, Pizza Hut o Hotel Ritz, para conocer mejor las capacidades de sus empleados y que se aplica en temas de liderazgo para directivos, equipos de trabajo o gestión de conflictos.
Dime qué perfil eres y te diré como ahorras
Los 1 son los perfeccionistas. Son ordenados y estrictos con ellos mismos y con los demás. Se enfadan cuando las cosas no salen como quieren. Son buenos administradores y ahorran pensando en el futuro. Son los reyes del regateo y les molesta desperdiciar el dinero, cosa que les puede llevar a la codicia o la tacañería.
Los 2 son los colaboradores o serviciales. Son generosos y prefieren dar antes que recibir. Demuestran su afecto y dedicación a la gente que les importa. No valoran el dinero ni lo atesoran. Gastan sin pensar porque quieren satisfacer a los demás.
Los 3 son los ejecutores. Si sufren una avería en el coche llamarán inmediatamente al mecánico. Esta efectividad esconde el deseo de ser admirados y reconocidos por los demás. Le dan mucho valor al dinero en busca de prestigio y estatus. Invierten y trabajan para conseguir éxito y presumir, aunque no tengan demasiado.
Los 4 son los únicos, artistas o creativos. Son originales y sensibles. Adquiere cosas que sean significativas. Ven el dinero como una promesa de felicidad, como algo que dé sentido a su vida.
Los 5 son los observadores. Son analíticos, con una mente clara. Son como lobos solitarios, a los que no les gusta compartir su vida personal, pero interesantes y expertos en lo suyo. Para un 5 el dinero es algo secundario. Como dice la terapeuta Mar Cuellas: “Pueden llegar a tener una fortuna, pero alardean de vivir con poco”.
Los 6 son los cuestionadores. Buscan el apoyo y la confianza de los demás porque son indecisos y cautelosos. Pueden ser una cosa y su contrario. Ser extrovertidos y luego infundir lástima. O ser jefes y sumisos. El dinero es un medio para garantizar su seguridad en caso de imprevistos.
Los 7 son los optimistas. Los que buscan el lado divertido de la vida. Son alegres, seductores y espontáneos, con una mente ágil y creativa. Son narcisistas y buscan ser el alma de la fiesta, aunque corren el riesgo de convertirse en los bufones. En cuanto al bolsillo, son impulsivos y derrochadores y planean como despilfarrar en busca de diversión.
Los 8 son los protectores. Son fuertes y asertivos. Les gusta mandar para proteger a los demás. Se crecen ante los grandes retos y no soportan a las personas débiles. Les encanta el dinero porque les da poder. Gastan mucho porque les gusta ser espléndidos con los demás.
Los 9 son los mediadores. Son pacificadores que buscan la armonía allí donde estén. Evitan el conflicto, porque les da pánico, y eso es un problema porque a veces tienden a minimizar un problema serio. Al dinero le dan poco valor, a menos que sea para garantizar su tranquilidad. Consideran que está bien invertido para su comodidad y disfrute.
“Dime qué perfil eres y te diré como ahorras”
Los tres instintos que nos guían
Más allá de nuestro perfil, la terapeuta Mar Cuellas recuerda que nos guiamos por instintos transmitidos genéticamente que “tienen que ver con la energía con la que nacemos, con el temperamento o con la predisposición para hacer algo”.
- Quien nace con un instinto de autoconservación busca su comodidad y bienestar. “Eso le lleva, sin que lo sienta, a ahorrar, a tener la nevera llena, a ser previsor…”. En definitiva, “a buscar las estrategias para garantizar su bienestar”.
- El llamado instinto social busca “querer caer bien, un prestigio social, encajar y tener reconocimiento dentro de un grupo”. Se trata de desprendidos con el dinero en busca de diversión social.
- Y el instinto sexual “prioriza el contacto” de tú a tú, tanto en una conversación profunda con una persona fascinante como en relaciones íntimas.
En definitiva, más allá del prestigio social o la prioridad que otorguemos al dinero, todos necesitamos ahorrar. Todos tenemos necesidades que cubrir y, por qué no, ¡caprichos que nos merecemos! Para ello, mucho mejor si contamos con la experiencia y profesionalidad de un Family Banker, el asesor financiero de Banco Mediolanum. No está de más contar con un profesional de confianza que estará a nuestro lado a lo largo de nuestra vida financiera, independientemente de cuál sea nuestro perfil de ahorrador y personalidad según el Eneagrama.