La vuelta de vacaciones supone dejar de lado el no far niente y, si se da el caso, superar lo antes posible el síndrome de regresar a la rutina. A nivel económico hay que retomar los gastos cotidianos y añadir los extras, si es que se dan, como por ejemplo, pagar la matrícula de la universidad.
Por eso, no está de más ser previsor y si en la familia hay jóvenes que desean estudiar una carrera universitaria, lo preferible es empezar a hacer caja años antes. El ahorro a largo plazo vale la pena.
Los estudios superiores cotizan en el mercado laboral
Un estudio reciente indica que seis de cada diez estudiantes creen que el título universitario es imprescindible para su futuro profesional.
El mismo informe, publicado en febrero de este año, señala que la mitad de los que acaban la carrera logran un trabajo en el primer año. El porcentaje aumenta a un 72% al cabo de los cuatro años.
Según datos del Ministerio de Educación, el 83% de la población que ha pasado por la universidad tiene trabajo, una cifra que representa un 7% más que hace diez años.
El coste de la universidad en España
En España hay una cincuentena de universidades públicas que acogen a cerca del 75% del alumnado. Y no se encuentran entre las más baratas de la Unión Europea. En nuestro país, el coste de la matrícula depende de la comunidad autónoma donde se curse y de la licenciatura que se haya escogido.
En todo caso el precio medio en una universidad pública en España se sitúa en torno a los 930 euros al año. Así que una licenciatura de cuatro años tiene un coste medio de unos 4.000 euros, siempre que no se suspenda ninguna asignatura, que en este caso sube el precio a pagar. El precio de la matrícula en la universidad privada se dispara: entre 5.000 y 30.000 euros al año.
“El 83% de los españoles que han pasado por la universidad tienen trabajo”
Para este curso universitario, hemos echado un vistazo fuera de nuestras fronteras para conocer el modelo en otros países. Hemos escogido dos bien diferentes. El del Reino Unido y el de Francia. Los dos cuentan con ayudas del Estado. En el caso británico en calidad de préstamo. En Francia, la formación es gratuita.
El modelo universitario en el Reino Unido
Antes de exponer el modelo británico es necesario precisar que el Brexit ha impedido que estudiantes de la Unión Europea puedan seguir beneficiándose del Student Loan (SCL), a no ser que lleven residiendo en el Reino Unido cinco años seguidos. Prácticamente todas las universidades del Reino Unido, tanto públicas como privadas, reciben subvención pública.
El SCL es una entidad pública que ofrece ayuda financiera en calidad de préstamo a los estudiantes que así lo soliciten. La gran mayoría de universitarios británicos lo hacen. Es la única manera de poder costear los estudios.
El precio que pagan los jóvenes británicos por un curso universitario es de 9.535 libras, cerca de 11.000 euros, una auténtica fortuna. La excepción es Escocia, donde es gratuito siempre y cuando el estudiante sea escocés, y en Irlanda del Norte, donde los norirlandeses pagan menos que el resto de británicos.
Lo peculiar y atractivo de este sistema es que el estudiante empieza a devolver el préstamo una vez finalizada la carrera, pero solo si accede al mercado laboral con un salario mínimo de 25.000 libras brutas al año, más de 28.000 euros. Si no es así, no se paga hasta que no se alcance esa cantidad.
Si se cobra esa cifra, el Estado resta un 9% del sueldo mensual que se recibe, pero solo sobre la cantidad por encima del mínimo exigido. Lo que se devuelve mensualmente depende pues de los ingresos, no de lo que se debe. Si el salario es de 27.000 libras, pongamos por caso, el 9% se aplica sobre 2.000 libras. Pasados 40 años, la deuda que falte por liquidar queda anulada.
Los estudios universitarios en Francia
El país vecino es uno de los preferidos para estudiar por los jóvenes españoles. No solo por la proximidad, la calidad de las universidades públicas y el amplio abanico de estudios, sino sobre todo por el precio de las matrículas.
“En la última década el número de licenciados que han entrado en el mercado laboral ha crecido un 7%”
La educación pública en Francia la costea en su totalidad el Estado. Tan solo hay que pagar una pequeña cantidad de matrícula. Un total de 178 euros al año a nivel de licenciatura para el curso 2025-2026. Este es el precio a pagar, por ejemplo, en la prestigiosa Sorbona, en París. Claro que los gastos totales se disparan porque vivir en la capital francesa es todo menos barato. El coste de la vida en el país vecino es un 27% más caro que en España. Para poder acceder a las universidades galas necesitas, eso sí, acreditar un nivel de francés B2, como mínimo.
Prepararse hoy para los retos de mañana
Ser previsor en los gastos del futuro ofrece seguridad y tranquilidad. Y qué mejor que ahorrar a largo plazo, sobre todo si pensamos en cuánto cuesta una carrera universitaria en España, para poder ofrecer a los jóvenes una buena y completa formación, la mejor garantía para hacer frente al mercado laboral y labrarse un futuro profesional.
En todo caso no está de más dejarse guiar por los que saben. Para eso están los asesores financieros, expertos que te acompañan en la planificación y gestión de tus finanzas para que logres alcanzar tus objetivos financieros.