Toda crisis genera una catarsis en los sectores económicos, y esta última, de la que aún nos estamos recuperando, no es una excepción, como tampoco lo es la perturbación que ha causado en el sector financiero.
Desde finales de 2008 se ha reducido el número de empleados de la banca en más de un 25%, es decir, se han perdido más de 72.000 puestos de trabajo. En el mismo periodo, el número de sucursales bancarias y de cajas ha disminuido en un 31%: se han cerrado casi 15.000 oficinas, un tercio del total.
“El número de sucursales bancarias y de cajas ha disminuido en un 31%: se han cerrado casi 15.000 oficinas”
Se deduce claramente que el mercado laboral del sector financiero se renueva continuamente y requiere competitividad mediante la contratación de profesionales bien formados, de tal forma que el axioma popular que asocia la seguridad laboral con un trabajo fijo en la banca ha quedado totalmente desfasado. Ahora, el cliente busca un servicio integral de profesionales que le den confianza, lealtad y eficacia demostradas, cualidades que se les exige con más fuerza a los asesores de banca autónomos.
El perfil de esta nueva generación de profesionales financieros libres encaja perfectamente en el pionero y vanguardista servicio de asesores personales de Banco Mediolanum, a los que llamamos Family Bankers®. Los clientes, preocupados por el maremágnum diario de las noticias financieras, muchas veces contradictorias de un día a otro, buscan a un Family Banker® con garantía de profesionalidad y conocimientos actualizados del mercado financiero. Se trata de unos profesionales de las finanzas con un alto nivel de formación y capaces de responder a cualquier situación financiera.
“Lo clientes buscan a un Family Banker® con garantía de profesionalidad, independencia y conocimientos actualizados del mercado financiero”
Al ofrecer un servicio cuya demanda crece cada día, la calidad y el futuro profesional de un asesor financiero ahora se miden en la suma de clientes satisfechos que forman su cartera, con quienes construye un fuerte vínculo de confianza a largo plazo. Los buenos resultados de este nexo son los que avalan su experiencia y capacidad, le abren nuevas oportunidades de crecimiento y solidifican más que nunca el futuro de su carrera profesional.
Como toda catarsis, el sistema se depura de sí mismo y evoluciona, dejando atrás la vieja idea del empleado de banca que actualiza libretas y hace un trabajo rutinario, preocupado solo de ir sumando trienios en su nómina.