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Richard H. Thaler, ganador Premio Nobel Economía 2017

El mundo financiero está de enhorabuena, sobre todo para aquellos que pensamos que la psicología juega un papel trascendental en la toma de decisiones económicas y financieras. Richard H. Thaler, economista conocido por sus aportes teóricos en finanzas conductuales y por su colaboración con Daniel Kahneman, recibió el Premio Nobel de Economía el pasado 9 de octubre.

Ha ganado dicho premio gracias a su contribución para entender los comportamientos que condicionan las decisiones económicas, así como su teoría, que estudia los límites de la «racionalidad» y las preferencias sociales, la pérdida de autocontrol y cómo afecta todo esto a los resultados en los mercados. ¿Te gustaría conocer a fondo sus teorías para aprender de uno de los mejores? ¡Sigue leyendo, te lo explicamos de forma sencilla!

Las 3 teorías de Richard H. Thaler

Estas son las teorías por las que Thaler ha sido reconocido con el Premio Nobel:

1. La teoría del nudge

Esta teoría nos habla de que mediante pequeños “empujoncitos” (nudge significa en inglés “leve empujón con el codo”) se pueden hacer enormes avances para modificar la conducta de las personas. Sin duda, ha contribuido al análisis de las trampas que sufre nuestra mente a la hora de pensar en el largo plazo, ya que puede verse influida por la falta de autocontrol y las tentaciones del corto plazo.

 En este ámbito, Thaler nos recuerda en su libro Todo lo que he aprendido de la psicología económica el famoso episodio de la Odisea de Homero relativo a Ulises y las sirenas. Recordemos que ni Ulises ni la tripulación podían oír el canto de las sirenas para no verse atraídos a la costa y que, así, su barco encallase. Dado que Ulises quería escuchar el canto, tuvo que tomar una serie de medidas para poder continuar su rumbo a Ítaca: decidió que lo ataran con fuerza a un mástil del barco y ordenó que la tripulación se tapase los oídos para que no oyera el canto de las sirenas ni sus gritos pidiendo que lo liberaran. Este ejemplo nos ayuda a entender que en muchas ocasiones necesitaremos guías, o bien nudges (es decir, empujones), como él les llama, para tomar las decisiones correctas. En otras tendremos que ser nosotros mismos los que deberemos provocar nuestras reacciones para no caer en la pérdida del control. Como dice Thaler: “Cuando se trate de dinero, piensen a largo plazo”.

Este autor también fue asesor del gobierno británico a la hora de realizar numerosas acciones a favor de la ciudadanía y creó el equipo Behavioural Insights Team (“Equipo de Perspectivas Conductuales”), aunque finalmente todo el mundo acabaría llamándolo de forma no oficial la “unidad del empujón”. En este equipo utilizó los descubrimientos de las ciencias del comportamiento para mejorar el funcionamiento del gobierno. Una de las ideas que implementó fue la de enviar una carta a aquellos morosos que debían entre 351 y 50.000 libras en concepto de pago de impuestos y en la que se incluía una frase-empujón del estilo de los ejemplos que veremos a continuación:

  • La gran mayoría de los habitantes de Reino Unido paga sus impuestos a tiempo.
  • La gran mayoría de los habitantes de la zona donde usted vive paga sus impuestos a tiempo
  • Actualmente es usted uno de los pocos que no ha pagado sus impuestos.

Con esta iniciativa, en un plazo de 23 días se incrementó en más de 5 puntos el número de contribuyentes que pagaron sus impuestos. Como demuestra este experimento, la teoría del empujón indica, en definitiva, que, entre dos opciones, las personas escogen a menudo la que es más fácil, que muchas veces no es la correcta.  De ahí que, normalmente, necesitemos “empujones” para tomar las decisiones correctas, como las frases del ejemplo. Por ello, en las finanzas personales es necesario contar con un profesional que gestione, junto al cliente, dichas decisiones.

2. El efecto propiedad

Cuando hablamos del “efecto propiedad”, nos referimos a que la gente le da mucho más valor a aquello que posee y, en consecuencia, considera que tiene un precio mayor que si no fuera propiedad suya. Por ello, la pérdida sobre un bien que poseemos genera un sentimiento mucho más fuerte que el que nos produce la obtención de una ganancia del mismo valor. Esto explica también cómo la pérdida o la ganancia se fija según un punto de referencia personal. Por ejemplo: si tengo 100.000€, el sentimiento que me produce la pérdida de 20.000 € es mucho mayor que si tengo 100.000€ y gano 20.000€. Pasa lo mismo con el valor que le damos a nuestra propiedad (inmueble): cuando vamos a venderla, para nosotros posee un valor mayor que aquel que le da el comprador.

3. El concepto de justicia

Aquí el premio Nobel de Economía nos hace una pregunta interesante: ¿qué es lo que hace que una transacción económica se considere justa? Veamos un ejemplo muy sencillo. Supongamos que una empresa de herramientas de jardinería vende palas a 15 dólares. A la mañana siguiente hay una gran tormenta de nieve. La tienda eleva el precio de sus palas hasta 20 dólares. ¿Es esta acción justa? Por abrumadora mayoría, se considera injusta.

La aportación que Thaler nos ofrece es la siguiente: la teoría económica nos dice que, entre oferta y demanda, si aumenta la demanda, el precio puede y debe subir. Es lo lógico. Sin embargo, una vez más, se demuestra que la emoción vence a la razón y el concepto de justo e injusto puede variar esta afirmación. Con el fin de llegar a conclusiones específicas sobre esto, y gracias a un acuerdo con el gobierno canadiense, realizó una serie de encuestas telefónicas, junto a Jack Knetsch, cuyo objetivo era, a través de la formulación de una situación de dos maneras distintas, valorar el porcentaje de personas que consideraban que esta era aceptable (justa) o injusta. Veamos uno de los muchos ejemplos propuestos. Recordemos que la situación siempre era la misma, pero se formulaba de formas distintas. Escribiremos en cursiva la parte en la que el mensaje cambia.

  • Forma de expresarlo A:

Una empresa obtiene pocos beneficios en una comunidad que está experimentando una recesión, con un elevado desempleo pero sin inflación, y en la que muchos trabajadores están ansiosos por trabajar en la empresa. Para hacer frente a la recesión, la empresa decide reducir los sueldos y salarios un 7 por ciento durante ese año. ¿Es justo?

Respuestas recibidas: aceptable, 38%; injusto, 62%.

  • Forma de expresarlo B:

Una empresa obtiene pocos beneficios en una comunidad que está experimentando una recesión con un elevado desempleo y una inflación del 12%. Para hacer frente a la recesión, la empresa decide aumentar los salarios únicamente un 5% ese año. ¿Es justo?

Respuestas recibidas: aceptable, 78%; injusto, 22%.

Este ejemplo refleja que el concepto de justo e injusto varía según el contexto y, además, demuestra cómo, a veces, podemos gestionar nuestro dinero de manera incorrecta, por ejemplo, poniendo en valor conceptos como la inflación para saber si nuestro patrimonio aumenta de valor o, por el contrario, si estamos perdiendo poder adquisitivo por no obtener una rentabilidad superior al IPC.

En conclusión, ¿qué nos quiere decir Thaler?

Si conseguimos que la razón venza a la emoción, con paciencia, coherencia, autocontrol y un horizonte temporal de largo plazo, todo ello acompañado de correcta diversificación, podremos alcanzar nuestras metas financieras.

Sin duda, la mejor forma de evitar tropiezos y de liberar a nuestra mente de caer en todas las trampas que hemos hablado, y que ha evidenciado nuestro amigo Thaler con sus estudios conductuales, es teniendo al lado un asesor como el Family Banker de Banco Medioanum. Gracias a este profesional de las finanzas personales, podrás contar con un gran apoyo para para tomar las decisiones económicas que más te convienen. ¿A qué esperas para continuar el rumbo hacia tus objetivos? ¡Ponte en contacto con tu Family Banker!

José Luis López Álvarez

Family Banker

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